Imagen de Santo Domingo de Guzmán fue bajada este lunes en su templo de Las Sierritas en Managua. Fotografía: Obrera de la Tecla.
La Misa ha concluido y cambia el ambiente de oración. Las personas se apretujan y el templo se alborota cuando resuena el grito de ¡Viva Santo Domingo, el patrón de Managua! Alrededor de mil gargantas responden en coro: ¡Viva!. Casi de forma uniforme agitan pañuelos y bailan. Son los devotos y promesantes de Santo Domingo de Guzmán, durante la «bajada» de la diminuta imagen en el templo de Las Sierritas, de Managua. Es la víspera de la bajada de «Minguito» a la capital en su visita de 10 días.
Parte del ritual de la “bajada” del santo incluye “la vestida”, que no es más que la colocación de la ornamentación de la peaña con que este año llegará la imagen a la capital para su tradicional visita, y que el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes les señala: “De generación en generación en generación vivimos este momento, y tenemos que seguirlo promoviendo, porque es como un mandato del Señor. Yo siempre digo que el día de mañana no se cuántos van a participar en la peregrinación esta 50 mil, 60 mil, no sé cuántos”.
Impera ambiente religioso
Pese a que el templo ha sido copado por los feligreses durante la celebración de la Misa presidida por Brenes resalta el fervor religioso por lo cual el religioso les agradee por “ese ambiente de oración”.
“Cuando todos hemos lanzado nuestra mirada a Santo Domingo de Guzmán y en ese lenguaje que Dios y los santos conocen, ese lenguaje que surge del corazón y va al corazón de nuestro santo patrono y va al corazón de Santo Domingo y en su corazón en una ofrenda grata a nuestro gran Dios”, dice Brenes tras referirse a la peregrinación de este 1 de agosto que durará al menos 10 horas.
“Es demasiado ser vago para caminar 10 horas, pero no”, indica Brenes, al tiempo que les pregunta a los feligreses: “Con Santo Domingo de Guzmán” que le responden: “Caminamos juntos”. Se trata del lema de las fiestas religiosas para este año. Y que lleva a Brenes a sostener: “No somos vagos, somos hombres y mujeres de fe, los que piensan que somos vagos es que no han abierto su corazón al Señor y no han recibido gracias; porque cuando alguien recibe gracias de parte de Dios, se convierte en un agradecido”.