Santo Domingo de Guzmán salió de la Parroquia de Managua que lleva su nombre rumbo a Las Sierritas.
Una vez más la diminuta imagen de Santo Domingo de Guzmán, se despidió este 10 de agosto de los capitalinos, tras concluida su tradicional visita anual de 10 días a Managua, para regresar a su casa, en la Parroquia de Las Sierritas, con lo cual concluyen las fiestas patronales en la capital.
Desde tempranas horas los devotos capitalinos se congregaron en la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Managua, para elevar sur oraciones a Dios por la intercesión de su patrono. A eso de las 8:00 a.m la imagen se encontraba en Gancho de Camino donde se realizó el tradicional “tope” con Santo Domingo de Abajo, o Santo Domingo de San Andrés de la Palanca.
Mientras en el Colegio Cristo Rey igual que el primero de agosto durante la bajada, se dio el encuentro entre la imagen peregrina de la Virgen de Fátima y la de “Minguito”. La imagen peregrina está por concluir su estadía en Nicaragua cuando este 13 de agosto culmine el Congreso Nacional Mariano y luego sea retornada a Portugal.
Durante la homilía de la Misa celebrada en honor a Santo Domingo de Guzmán, el Padre Orlando Aguilar, recordó a los fallecidos por el coronavirus de COVID-19 durante este período de pandemia y pidió su bendición por el pueblo de Managua.
La petición a Santo Domingo de Guzmán
Y en lo que dijo fue su oración personal al patrono de los capitalinos el padre Aguilar dijo: “Este año 2022 nos encontrastes más mayores, más cansados, más tristes. Pero con la esperanza puestas siempre en Dios. Te quiero pedir un gran favor y esta es mi oración hoy para Santo Domingo de Guzmán, te quiero pedir un favor que ahora a tu regreso a Las Sierras por donde vayas pasando repartas tu bendición, pero sobre todo que este pueblo de Managua sienta que realmente la esperanza está puesta en vos, porque sos emisario del Señor”,
Y añadió: “Ojalá que te conmueva el dolor de muchos y de muchas personas que no saben ya como seguir con el rumbo de sus vidas. Ahí le decís a Dios que necesitamos de tu protección, que necesitamos que nos hagas más honrados, más transparentes y más coherentes con las cosas que hacemos y decimos. Decile a Dios que seguimos en esta valle de lágrimas pero sobre todo con la esperanza puesta en Él”.