El reloj fue adquirido en Francia y fue instalado 17 años después. Fotografía: Voces En Libertad.
El antiguo reloj de cuatro carátulas alzado en una enorme torre de más de 26 metros de altura, en el costado sur del templo católico Santiago Apóstol de la ciudad de Somoto, Madriz, y considerado una reliquia, este febrero cumple 55 años de haber sido instalado en ese lugar.
El reloj fue adquirido en 1950 en Francia. Pero fue instalado 17 años después de permanecer sus piezas desarmadas en cuatro cajas tiradas en una bodega de la Alcaldía de Somoto. Fue adquirido por del Club de Rotarios de Somoto tras recolectar entre los somoteños 28 mil córdobas.
El mismo cuenta con 2,800 piezas, entre enormes engranajes, dos motores y dos pesas redondas que hacen de péndulos, componen el reloj de Somoto.
La poderosa réplica de campanazos es escuchada cada hora a más de un kilómetro y medio alrededor de la base de la torre edificada por gestiones, en ese entonces, del Club Rotarios de Leones que visitaron al fallecido Monseñor José del Carmen Suazo en la Catedral de la ciudad de Estelí, para que les autorizara su instalación, según cuenta en sus escritos el reconocido historiador somoteño, Armando Núñez.
“La adquisición del reloj fue iniciativa de los fundadores del Club de Rotarios de Somoto, en ese entonces encabezado por el doctor Juan Benito Briceño Aguilera, quienes decidieron recolectar dinero con la población somoteña para su compra en el año de 1950”, recordó el historiador Núñez.
De acuerdo al relato de Núñez, en el año de 1967 el enorme reloj de cuatro carátulas fue instalado por una empresa nacional y en 1980, a raíz del triunfo de la revolución, un guerrillero que celebraba el derrocamiento de Somoza dañó de varios disparos las carátulas que eran de vidrio. Años después éstas fueron reemplazadas por material plástico, pero hubo un tiempo que dejó de funcionar ante la falta de mantenimiento.
En la actualidad el antiguo reloj enfrenta deterioro y descuido por parte de las autoridades de la comuna somoteña, y por períodos largos deja de funcionar y aunque a veces lo ponen a funcionar lo hace con retrasos en la hora.
“Da lástima que lo tengan olvidado cuando es una reliquia para nosotros los somoteños”, dijo el lugareño Anselmo Matamoros Rocha, quien hizo un llamado para rescatar el viejo reloj.
Ninguna de las autoridades de la Alcaldía ha mostrado interés alguno en hablar del tema.
Urge mantenimiento y reparación
El reconocido historiador somoteño, Armando Núñez, recuerda que el reloj fue instalado en la época del Alcalde del Municipio de Somoto, Edmundo Fiallos Pinel, y contó con el apoyo del Alcalde del Municipio de Estelí, Salomón Gómez, quien en ese entonces facilitó un camión para su traslado desde un muelle del país.
El antiguo reloj amerita reparación y mantenimiento como lavar y engrasar todo el engranaje metálico de la maquinaria deteriorada por el tiempo. Además de mandar a sustituir la base en que descansa, ya que está sobre madera vieja y estructura metálica. También urge del reemplazo de cada andamio viejo de horcones carcomidos, de los cuatro pisos de las gradas interiores de la torre del reloj, por madera curada.
Este reloj tiene la particularidad de sonar el número de campanadas, en dependencia de la hora, las que se escuchan por casi toda la ciudad de Somoto. Sus manecillas y grandes números son fáciles de observar a larga distancia, al contar con luces en cada una de sus enormes carátulas ubicadas de frente a las calles principales que dan al centro de esta localidad.