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Reformas electorales, la ruta para unas elecciones limpias

 Por Luis Sánchez y Marcelo Gutiérrez

La Organización de Estados Americanos (OEA) ha dado como plazo hasta mayo de 2021 para implementar las reformas electorales en Nicaragua que garanticen elecciones libres y transparentes. Este lapso ha sido secundado por la resolución del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

Las reformas electorales en Nicaragua apremian para garantizar unas elecciones libres y transparentes el próximo 7 de noviembre de 2021. De lo contrario no tendrían la legitimidad de la comunidad nacional e internacional, consideran analistas políticos. 

Estados Unidos, Canadá, Chile, Colombia, Paraguay y Venezuela impulsaron la resolución “Restableciendo las instituciones democráticas y el respeto a los derechos humanos en Nicaragua a través de elecciones libres y justas”, la cual fue aprobada el 20 de octubre de 2020 y establece como plazo, mayo de 2021, para que el régimen de Daniel Ortega implemente las reformas electorales necesarias para garantizar elecciones libres y transparentes.

La resolución fue aprobada con 20 votos a favor, dos en conta y 12 abstenciones. La reacción de la representación nicaragüense no se hizo esperar.  El embajador de Nicaragua, Luis Alvarado, la catalogó como una “acción inamistosa”.  

La resolución propone la «modernización y reestructuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) para garantizar que funcione de manera independiente, transparente y responsable», así como la actualización de los registros de votantes (Padrones electorales activo y pasivo) y la observación electoral nacional e internacional.

También establece que debe haber un proceso político pluralista «que conduzca al ejercicio de los derechos civiles y políticos, incluidos los derechos a la libertad de reunión pacífica, libertad de expresión y registro abierto de nuevos partidos políticos». Por último, insta a establecer compromisos concretos, en particular de las reformas institucionales, antes que el Estado nicaragüense convoque elecciones generales, a más tardar, en mayo de 2021.

“Creemos que el pueblo nicaragüense tiene el derecho de poder participar en unas elecciones libres y justas, porque esperamos que todos puedan ejercer su derecho al voto en libertad, que haya un sentimiento de vivir en democracia, de poder elegir libremente, por eso son necesarias y urgentes las reformas electorales”, aseguró Jon Piechowski, subsecretario de Estado Adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Gobierno de Estados Unidos. También señala que el Gobierno de Estados Unidos, seguirá apoyando la lucha del pueblo de Nicaragua por conseguir la democracia, el respeto de los derechos humanos, la libertad de expresión y la libertad religiosa.

Consejo de Derechos Humanos de la ONU respalda plazo de la OEA

Otro organismo a nivel internacional que está accionado en pro de las reformas electorales en Nicaragua es el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que aprobó la resolución “Promoción y protección de los derechos humanos en Nicaragua”, el pasado 23 de marzo.

Esta resolución insta al régimen de Daniel Ortega a entablar “negociaciones significativas e inclusivas” con la sociedad civil y la oposición, para aprobar a más tardar en mayo de 2021 las “reformas electorales e institucionales que garanticen unas elecciones libres, justas, transparentes, representativas y creíbles”.

La resolución fue aprobada con 20 votos a favor, 18 abstenciones y ocho votos en contra.  El documento señala que la celebración de elecciones con reformas es el camino “para encontrar una solución pacífica y democrática a la crisis de derechos humanos en Nicaragua, como también lo es la participación sin trabas de la oposición política”. En ese sentido, los países observan “con gran preocupación la falta de avances del Gobierno de Nicaragua en la realización de las reformas electorales”.

El pasado 25 de enero, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exhortó a la dictadura de Ortega “adoptar urgentemente” una reforma electoral efectiva.

“El Gobierno debe establecer un diálogo genuino e inclusivo con todos los sectores de la sociedad, para allanar el camino hacia unas elecciones creíbles, transparentes y pacíficas el próximo siete de noviembre, recuperar la confianza ciudadana y garantizar que nadie quede atrás”, insistió Bachelet.

El delegado por Nicaragua fue el sancionado asesor presidencial, Paul Oquist, quien calificó la resolución como “politizada y basada en grandes mentiras que reflejan las posiciones de golpistas”.

El politólogo nicaragüense, José Antonio Peraza, cree probable que las reformas se den hasta el último momento, para que la oposición no tenga tiempo de organizarse, argumentando que las reformas se darán, pero no es acertado que nos vayan a satisfacer y propiciar elecciones libres.

Mario Arana, de la Alianza Ciudadana, comparte esta posición de Peraza. “Al final si las van a dar, pero a última hora, porque la estrategia del régimen parece ser mantener a la oposición desbalanceada y sin tener claras cuáles son las reglas del juego”, asegura.

José Antonio Peraza valora que a la oposición le ha faltado mayor beligerancia en exigir las reformas electorales y se ha distraído en otros temas. Peraza considera que todos los esfuerzos que se den en lo que falta de abril, deben de centrase para que haya reformas lo más amplia posible para poder participar en un proceso electoral adecuado.

En vista de esta iniciativa por parte de la OEA miembros de partidos opositores en Nicaragua, se han pronunciado para exigir reformas electorales.

-“Las reformas electorales, son un tema de trascendencia para la población. En principio, es importante darle a conocer a la población que el sistema electoral ha colapsado, y eso indica que se deben hacer una serie de transformaciones institucionales y constitucionales para que el sistema electoral sea rescatado. No obstante, mediante el proceso y el contexto legal es difícil hacer reformas al texto constitucional”, comparte Jun Diego Barberena, integrante del Consejo Político de la Unidad Nacional.

Sin embargo, dicha reforma constitucional no impide hacer las reformas electorales que le devuelvan a la ciudadanía la confianza sobre la administración electoral, agrega Barberena. Las reformas propiciarían que los actores políticos tengan la oportunidad de competir, e incluso, ganar las elecciones y respetar la voluntad popular, expresó el representante de la Unidad Nacional.

Katherine Martínez, integrante de Nicaragua Decide, enfatiza que lo primero es lograr un consenso entre la oposición para presionar y conseguir las reformas electorales.

Sin reformas electorales no habría otras opciones políticas y sería mucho más difícil poder conseguir una nueva casilla. Al no tenerla, las organizaciones políticas tendrían que recurrir a una de las que ya existen y como sabemos no hay mucha confianza política en estos espacios.”

Martínez sostiene que en Nicaragua es urgente depurar el padrón electoral y que exista uno solo, eliminando los padrones activo y pasivo porque “en los últimos años en Nicaragua han votado hasta los muertos”.

Mario Arana Sevilla, de la Alianza Ciudadana, asegura que el país ganaría mucho con unas elecciones limpias y transparentes, que aseguren que cualquier administración en el futuro cuente con la legitimidad y el respaldo de los votos bien contados.

“Nos hemos organizado, ahora hay bloques importantes sobre los cuales deberíamos construir una unidad, porque ese es el fin que se buscaba, sin   embargo, nos ha eludido eso, los grupos de oposición se han enfrascado en luchas internas, probablemente para ver quien queda, donde y con qué fortaleza. Pero ese tiempo ya pasó no puede seguirse ese proceso, dejemos las cosas a como están, se logró el objetivo, ahora es momento de ubicarnos cada uno en su lugar, pero organicémonos de tal manera que nos enfoquemos en presionar por las reformas electorales, por las condiciones para las elecciones de cara a la defensa del voto y esencialmente en un programa de gobierno y de candidatura única opositora y esa debe de ser la prioridad, porque así es como vamos a cambiar Nicaragua”.

Según especialistas y las organizaciones Alianza Cívica, Unidad Nacional y Alianza Universitaria Nicaragüense, estas serían las Reformas Electorales esenciales para propiciar un proceso electoral transparente, libre y democrático el próximo 7 de noviembre del 2021: 

  • Cambiar a los magistrados del consejo supremo electoral.
  • Garantizar la observación electoral nacional e internacional.
  • Garantizar que los fiscales de los partidos políticos y de las alianzas política estén presentes en las Juntas Receptoras de Votos y en todas las instancias del Consejo Supremo Electoral.
  • Auditar y reformar el padrón electoral.
  • Reformar el Consejo Supremo desde sus instancias superiores hasta las Juntas Receptoras de Votos.
  • Revisar de manera profunda el sistema de cómputo del Consejo Supremo Electoral.
  • Que las personas nicaragüenses exiliadas y viviendo en el exterior tengan la oportunidad plena de votar.
  • Restablecer las candidaturas independientes o de suscripción popular.
  • Garantizar la no reelección para el cargo de Presidente y la prohibición de la candidatura de cónyuge del Presidente en el ejercicio del cargo.
  • Eliminar la norma jurídica del transfuguismo.
  • Garantizar los derechos de excarcelados y exiliados para participar como candidatos a cargos de elección popular.
  • Divulgación de resultados en el sitio web del CSE detallados por JRV a nivel nacional.
  • Distribución de cédula de identidad y gestión de centros de votación.
  • La mitad más uno para ganar las elecciones en primera vuelta.

Tomado de Onda Local

https://ondalocal.com.ni/elecciones-2021/1240-reformas-electorales-elecciones-libres-nicaragua/

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