“¿Qué pasó con la democracia en Nicaragua?”, titula una publicación el Departamento de Estado, de Estados Unidos en su sitio web, el cual fue publicado en la parte sobre cuestiones de política y en la que incluye detalles de los hechos de represión que ha sufrido la población nicaragüense.
En la misma introduce una opinión del secretario de Estado, Michael Pompeo, así como un video con el testimonio del párroco de la iglesia Divina Misericordia, Raúl Zamora, atacada por grupos de paramilitares en julio de 2018.
“Hace dos años, el pueblo de Nicaragua se levantó pacíficamente para pedir un cambio. Desafortunadamente, sus llamados a la libertad y transparencia solo fueron respondidos con balas. Ortega y el vicepresidente Murillo deben brindar una transición democrática y una Nicaragua sana, próspera y libre”, refiere Pompeo.
Y expresa que “más allá de la presión económica, Estados Unidos continúa trabajando con la comunidad internacional para apoyar las demandas del pueblo nicaragüense. Seguimos pidiendo que el régimen de Ortega acabe con la represión del pueblo nicaragüense, garantice sus libertades civiles básicas, restaure el respeto a los derechos humanos y asegure una reforma electoral que permita elecciones libres y justas”.
“Nicaragua puede volver una vez más a la democracia. Pero el régimen de Ortega se resiste a permitir elecciones libres y justas que amenacen a su familia y al gobernante partido sandinista”, indica la publicación que también indica que “Estados Unidos, en colaboración con la comunidad internacional, apoya las demandas del pueblo nicaragüense de libertades democráticas básicas y reformas críticas que permitan elecciones libres y justas”.
Y a la pregunta ¿Cómo podemos lograrlo? Explica que “uniéndose a otros en la comunidad internacional, incluida la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, para exigir que el régimen nicaragüense implemente las reformas electorales necesarias para unas elecciones libres y justas”.
También menciona que esto puede lograrse con presiones por la plena restauración de las libertades civiles, incluida la libertad de expresión y asociación. “No se pueden celebrar elecciones auténticamente libres y justas en una atmósfera de represión con más de 80 presos políticos detenidos arbitrariamente”, refiere el escrito del Departamento de Estado.
Además incluye “el apoyo a las organizaciones cívicas nicaragüenses que presionan por el respeto de los derechos humanos y exigir el acceso de las organizaciones internacionales de derechos humanos para monitorear las condiciones sobre el terreno”.
Y recuerda los resultados de la represión en 2018: Más de 320 personas muertas, miles de personas han resultado heridas, más de 80,000 se han visto obligadas a huir a Costa Rica. Y la predicción económica para 2020 incluye una disminución del Producto Interno Bruto (PIB), de hasta un 10 %.
A su vez, menciona como desde los inicios de la represión en 2018 el régimen Ortega Murillo “ha seguido utilizando la violencia y la intimidación para sofocar las protestas y asegurar su control del poder”. Esto lo patentiza con la permanencia de más de 80 presos políticos en las cárceles del régimen y miles de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares o huir al exilio.
“Desde que comenzó la represión en Nicaragua, el sufrimiento del pueblo nicaragüense ha aumentado significativamente. Quienes se pronuncian contra la violencia, la opresión y el ataque a los derechos humanos del régimen están arriesgando sus vidas. Según el Informe de Derechos Humanos de 2019 , 161 nuevos presos políticos fueron detenidos arbitrariamente por el régimen de Ortega”, señala la publicación del Departamento de Estado.
La misma también destaca la muerte en La Modelo del preso político Eddy Montes, quien dice “fue asesinado a tiros por guardias de la prisión. ¿Su crimen? Ayudando a manifestantes a favor de la democracia heridos”.
“El régimen continúa atacando, hostigando e intimidando a periodistas individuales para evitar que informen sobre los actos ilegales perpetrados por el gobierno. Según el Comité para la Protección de los Periodistas: ‘Nicaragua se vuelve cada día más peligrosa para los periodistas independientes, con redadas en las salas de redacción, detenciones, interrogatorios invasivos y confiscación de equipos’”.
Esfuerzos de Estados Unidos para restaurar la democracia
En los más de dos años desde que el régimen “lanzó una brutal represión contra los ciudadanos del país, Estados Unidos continúa ejerciendo presión económica y diplomática sobre el régimen represivo y corrupto de Daniel Ortega con el fin de alcanzar las condiciones necesarias para unas elecciones libres y justas”, refiere la publicación.
Y hace un resumen de las acciones emprendidas desde el inicio de la crisis a favor de los nicaragüenses como: Sanciones impuestas a 22 individuos y ocho entidades. Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido también han comenzado a implementar designaciones similares para sanciones económicas.
También refiere que el presidente Donald Trump afirmó el compromiso de Estados Unidos de restaurar la democracia y el estado de derecho en Nicaragua, mediante la promulgación de la Ley de Derechos Humanos y Anticorrupción de Nicaragua de 2018.
Antes de la aprobación de la ley, el Departamento del Tesoro había designado a varios funcionarios gubernamentales y asociados del presidente Ortega, incluidos a Rosario Murillo, esposa de Ortega, por sanciones financieras individuales y / o restricciones de visa.
Igualmente al Banco Corporativo (Bancorp) de Nicaragua, “que había servido como fondo para sobornos a la familia Ortega”, así como a Laureano Ortega, hijo de Ortega y Murillo. Después ha habido otras sanciones como la Policía Nacional de Nicaragua, el jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, el Ministro de Hacienda y Crédito Público Iván Adolfo Acosta, Juan Carlos Ortega Murillo, hijo de Ortega y Murillo junto a Difuso Comunicaciones SA, “que Ortega Murillo solía difundir propaganda del régimen y defender la violencia y represión de Ortega”.