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Obispo de Matagalpa aboga por una solución integral a la pandemia, mientras MINSA reporta nuevo caso

En 24 horas de diferencia, el Ministerio de Salud (MINSA), reporta un nuevo caso activo de COVID-19 en Nicaragua, con lo cual registra el décimo tercer caso por la pandemia que ya ha cobrado tres vidas en el país.

A propósito de la pandemia el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, abogó por una solución integral ante la pandemia, pues recordó la anormalidad existente debido al COVID-19.

«Cuánta falta de una cuarentena pública y oficial», en la que las áreas esenciales del país sigan laborando, «sin embargo, se cuida al pueblo como tal se proteja al pueblo como tal, se prevenga a la población», manifestó Álvarez.

El religioso refirió durante su homilía de la misa dominical que
«para nosotros los nicaragüenses la solución debe ser integral con una visión de país integral, que parta en este momento de búsqueda de soluciones sanitarias pero también y ciertamente sociales económicas y polìticas».

Los tres contagiados activos según el MINSA, son varones uno de 64 años, que estuvo en contacto con otras nacionalidades está delicado pero estable, el otro es de 57 años, que estuvo igual en contacto con otras nacionalidades, también está delicado pero estable y uno de 68 años, estuvo en contacto con casos importados, «está estable, atendido y en vías de recuperación».

Y de forma sorprendente, una vez más el MINSA incorpora en seguimiento a igual número de personas que dan por recuperadas. Esto significa que de los quince que registraban el sábado mandaron a sus casas a recuperación a cuatro pero otras cuatro fueron sumadas nuevamente.

«Si, nada está normal, se pierde, se pierde y nos abruma la falta de normalidad y por tanto tiempo ya venimos ya cargando y sobre todo lo realmente doloroso son las vidas perdidas en el mundo entero. En Nicaragua la humanidad herida por el dolor. Cuánto esfuerzo se hace para salvar vidas y muchas veces es imposible (…) y entramos en crisis y mucha gente entra en miedo, otros hasta en terror y el pánico», lamentó Álvarez.

Crisis sanitaria sumada a crisis sociopolítica

Recordó que Nicaragua ya se encontraba en una crisis social política y económica a la que ahora se suma la crisis sanitaria por la pandemia, «que nos ha obligado a dejar todavía más aún una normalidad que efectivamente era aparente».

«Nada está normal en Nicaragua, crisis que nos ha dejado o nos ha obligado a dejar muchas de nuestras actividades y hoy se pierde el negocio, se pierde el trabajo, se sigue derrumbando la economía, cuántos hermanos nuestros lanzados al desempleo. Cuántos hermanos nuestros ya sin tener acceso a un salario básico cuántos hermanos nuestros sin tener ya acceso a sus salario total», dijo el obispo de la Diócesis de Matagalpa.

Recordó Álvarez, que aproximadamente el 70 % de la Población Económicamente Activa (PEA) del país tiene un empleo informal «esa gente buena que quisiera quedarse en casa, que quisiera protegerse, cuidarse aún más (…) pero no puede porque viven del día a día; cuánta falta de subsidio público, cuánta falta de programas de excepción fiscal que posibiliten que los trabajadores puedan realmente sostenerse y ser sostenidos con justicia, con mucha justicia en sus salarios».

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