Un día después de haber conocido el abogado de Defensores del Pueblo, Julio Montenegro una circular de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a través de la cual orienta la implementación de una serie de medidas sanitarias en las sedes judiciales, no todos los tribunales la implementaban, como tampoco no todas las instituciones del sistema de justicia están conscientes de la importancia de las mismas.
Por ejemplo, menciona Montenegro, que en esa ocasión acudió a una audiencia al juzgado de Masaya y los custodias del Sistema Penitenciario Nacional (SPN), no querían permitir que él le pusiera una mascarilla y guantes a su representado. Y una vez terminada la audiencia procedieron a quitárselos.
En el Juzgado de Masaya lo único nuevo que encontró Montenegro fue que en el tribunal colocaron un lapicero para que las partes lo tomen directamente y firmen las actas y así el funcionario no esté proporcionándolo.
Ese día acudió a Masaya por “el caso de Denis Javier Palacios, estaba la fiscal, la asistente de la fiscal, estaba yo con mi compañero, estaba el procesado y otro personal auxiliar que siempre está allí, estamos hablando de una sala pequeña, diez a once personas”.
Es por ello que esas medidas del Poder Judicial le llevan a pensar a Montenegro que fueron de “autoprotección”.
En la circular fechada el 23 de abril la CSJ ordena implementar en las sedes judiciales medidas preventivas y campaña de sensibilización, así como otras disposiciones que van desde poner lavamanos en las entradas hasta enviar de vacaciones al personal con más de siete días de vacaciones acumulados.
Preocupa presos políticos
Montenegro expresó preocupación por la situación de los privados de libertad, en particular de los más de 80 presos políticos, que asegura es la nueva cifra que registran, donde están expuestos a contagio pues en las cárceles del país no existen condiciones de higiene.
Por ejemplo, no hay agua durante todo el día y tampoco permiten el ingreso de alcohol gel o mascarillas para los presos.
Mencionó el defensor que mientras a unos los han recluido en celdas de la galería 300 de Máxima Seguridad, otros están hacinados en las celdas donde están entre 15 a 20 personas donde la capacidad es menor.