Cardenal Leopoldo Brenes durante su homilía del primero de enero – Fotografía: Antonio Ramírez
Una representación del gran capital de Nicaragua fue la que se reunió este sábado 16 de febrero con el régimen Ortega Murillo, a solicitud de ellos mismos.
«No fue diálogo, fue un encuentro», aclaró a los periodistas el cardenal Leopoldo Brenes, antes de oficiar misa este domingo 17 de febrero, en Chiquilistagua.
Y entre los asistentes al encuentro estuvo el empresario Carlos Pellas, representantes de Lafise y de Banpro, recordó Brenes.
El líder religioso refirió que los empresarios querían «plantearle sus inquietudes» a Daniel Ortega.
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Invitados a título personal
Brenes asistió junto al Nuncio Apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, después que dijo, les llamaron si podían acompañarles.
Brenes no explicó cuál de las partes les invitó, pero sí dijo, que fue «de manera personal».
Consultado sobre el papel de la iglesia católica, Brenes manifestó que «cuando nos invitan las partes, siempre estamos dispuestos a servir».
En la reunión las partes expusieron inquietudes como las presentadas por la Unión Europea (UE), así como la población, explicó Brenes, tras referir que en la misma acordaron continuar reuniéndose.
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«Hay que seguir abogando por las personas privadas de libertad para que obtengan su libertad y los medios de comunicación puedan también desarrollar-con todo el respeto, con toda la objetividad – la noticia tal como es», expresó Brenes.
La sorpresiva presencia de Brenes y el Nuncio Apostólico en la reunión ocurre luego de varios meses de ataque de parte del régimen contra la iglesia católica.
Tildados de golpistas
El propio Ortega los llegó a tildar de golpistas, terroristas y de azuzar la violencia en Nicaragua.
«Yo pensaban que eran mediadores, pero no, estaban comprometidos con los golpistas. Eran parte del plan con los golpistas», aseguró Ortega durante el acto del 19 de julio del 2018.
Y el 5 de diciembre al clausurar el XVI Congreso de la Unión de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), sostuvo: «dejaron de ser mediadores y pasaron a ser parte activa de las fuerzas golpistas… ya se ve claramente quienes estaban detrás de los tranques, alentando tranques es decir, alentando crímenes , quienes por principio como cristianos, como pastores debían de rechazar totalmente cualquier crimen».
Durante diez meses de resistencia pacífica de la población ha sido constante la persecución contra sacerdotes algunos de ellos en el exilio forzado igual que sus feligreses, acusados de respaldar lo que el régimen califica como golpe de estado, discurso que ha sido deslegitimado por organismos internacionales, otros asediados y hostigados.
Tanto el Parlamento Europeo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Secretaria General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) han insistido en los últimos días en la necesidad del retorno al diálogo nacional.
En un comunicado la Alianza Cívica respalda el esfuerzo y señala: «Como participantes del Diálogo Nacional estamos listos para participar de este esfuerzo y juntos encontrar una salida a la terrible crisis política y económica que atraviesa Nicaragua. Durante los últimos meses, nos hemos preparado trabajando con un equipo de expertos de diversas especialidades».