Las manifestaciones públicas deben ser permitidas por el régimen plantea la CIDH – Fotografía: Antonio Ramírez
Ante la posibilidad del retorno a un Diálogo Nacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no solo se pone a disposición de prestar colaboración sino que plantea cinco puntos necesarios para que sea efectivo y legítimo.
La CIDH recuerda a través de cuenta de Twitter que uno de los objetivos para el que fue creado el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), fue para prestar asistencia técnica al Diálogo Nacional suspendido por el régimen desde hace siete meses, por lo que aceptaría regresar al país para cumplir su misión integral «y colaborar en el restablecimiento del respeto de los derechos humanos y la justicia».
No obstante, considera debe haber representatividad de los diferentes sectores por lo que plantea que en caso de un probable diálogo deben ser incluidos los familiares de las víctimas: fallecidos, presos, exiliados, así como estudiantes, movimientos sociales y campesinos. Igualmente representantes de los colectivos y movimientos sociales surgidos con la crisis.
Para que haya un diálogo deben ser liberados los presos políticos, devolver los bienes confiscados a los medios de comunicación, restitución de personerías jurídicas a organismos a los que el régimen se las ha cancelado, propone la CIDH.
Al tiempo que sugiere dejar sin efecto «los decretos» de la Policía Orteguista que prohíbe manifestaciones públicas, las que deben ser permitidas.
Y que cese «la ocupación policial desproporcionada» en los espacios públicos, «y así desactivar el ambiente de represión e intimidación», que existe en el país.
Y debe existir, señala la CIDH, un compromiso público de cumplimiento de los acuerdos asumidos por todas las partes en el diálogo, «con presencia de veedores internacionales».
Recuerda la CIDH que la Mesa del Diálogo requiere de equilibrio, de representación eclesiástica, como empresarial y social en relación a las instituciones del Estado.