Operativo de la Policía Profesional de Migración este jueves. Fotografía: Tomada de Facebook de Migración de Costa Rica.
Ciudadanos nicaragüenses junto a costarricenses, dominicanos y panameños integraban una red criminal de trata de personas con fines de explotación sexual, que fue desarticulada este jueves por la Policía Profesional de Migración de Costa Rica.
Una nota de prensa de esa institución indica, que en un operativo realizado en varios sectores de San José, Cartago, Guanacaste y Alajuela, fueron capturadas diez personas, con lo cual desarticuló la agrupación criminal. No hay mayores detalles de cuántas de esas personas arrestadas son nicaragüenses.
Las autoridades costarricenses confirman que desde 2019 realizan una investigación que les permitió comprobar la existencia de una organización criminal integrada por personas de varias nacionalidades, quienes actuaban como colaboradores que administraban diferentes establecimientos comerciales utilizados para la explotación sexual de mujeres. Las víctimas eran captadas “mediante anuncios en periódicos locales y redes sociales.
En su mayoría, las mujeres explotadas procedían de Nicaragua, México, Panamá, república Dominicana y Colombia, quienes “se encontraban en una condición de vulnerabilidad, ofreciéndoles ofertas laborales a cambio de altas sumas de dinero”.
Según la versión oficial, esta red pese a la pandemia de COVID-19 permaneció operando de forma clandestina en los locales comerciales, aún con las restricciones establecidas por el Ministerio de Salud de ese país.
Las autoridades demostraron que esta red criminal operaba en al menos nueve establecimientos donde cobraban por la actividad entre 16,000 y 500,000 colones, “de acuerdo al perfil y solicitud del cliente” que consistía trasladar a la víctima al lugar solicitado.
Las víctimas permanecían en los establecimientos bajo coacción y amenazas y en ocasiones eran obligadas a consumir droga.