“Nos prohibieron hacer las pruebas”, sobre la pandemia del COVID-19, luego que aparecieron los primeros siete médicos contagiados , aseguró la doctora Marianela Escoto, despedida de forma arbitraria en la presente semana del Hospital Antonio Lenín Fonseca.
Como ese hecho “salió a luz” les advirtieron, dijo Escoto, “que no se las iban hacer (las pruebas) porque los médicos alarmábamos demasiado a la población”, quien confirmó además, lo que ya es de conocimiento público que el Ministerio de Salud (MINSA)), no les facilita equipo de protección, ni siquiera mascarillas, por lo que médicos y personal de salud deben hacer uso de sus recursos para adquirirlos.
Igualmente Escoto confirmó, que hubo una orden de las autoridades de la salud para que en los certificados de defunciones, en ningún caso debería estar escrito que la causa de muerte del paciente fue por COVID-19.
“Esa es una orden ministerial”, insistió Escoto. Por ejemplo, señaló que hasta ahora se desconoce cuántas pruebas del COVID-19 han realizado de las 26 mil pruebas que recibió el régimen en fechas pasadas.
Y mencionó, que aunque aunque el paciente tenga el resultado de la prueba, que confirme que es a causa de la pandemia, la orden es establecer neumonía atípica o establecer la enfermedad crónica del paciente.
“Todo es un secretismo”, dijo Escoto que este jueves denunció desde la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), que fueron despedidos esta semana 14 médicos de diferentes departamentos del país.
El asesor legal de la CPDH, Eugenio Membreño, indicó que en este caso cabe demandar el reintegro a sus labores ante un juez del trabajo, por lo que prepararán la demanda.
Escoto cuestionó que mientras los gobiernos responsables han reforzado sus sistemas de salud ante la pandemia, en Nicaragua “muchos médicos de este país por no tener equipos de protección se han enfermado”. Ella estima que un 50 por ciento de los médicos residentes y que atienden medicina interna en emergencia han sido afectados por el COVID-19.