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Indígenas mayangnas demandan desalojo de colonos de su territorio

Asamblea territorial indígena. Fotografía: Tomada de CEJUSPEM.

El desalojo inmediato de quienes califican como “invasores” y un mayor patrullaje del Batallón Ecológico en Bosawás, del Ejército de Nicaragua, destacan entre las principales demandas que realizaron comunitarios mayangnas durante una asamblea territorial, tras una visita de funcionarios del Ejército y de la Policía.

La asamblea territorial fue realizada el pasado sábado tras el último ataque contra comunitarios indígenas ocurrido el 22 de enero, el cual dejó tres heridos. Los indígenas también demandaron un puesto de vigilancia permanente en Musawas y en los sectores vulnerables.

“El Pueblo originario Mayangna Sauni As solicitamos desalojo inmediato de los invasores”, “No más amenazas, solicitamos al BECO más patrullajes a nuestro territorio Sauni As”, destacan entre las peticiones efectuadas por los comunitarios a través de pancartas, publica el Centro-Jurídico-y-Sociocultural-desde-el-Pensamiento-Mayangna.

Sobre el ataque registrado el 22 de enero, la información recibida por el  Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI) refiere que el hecho fue perpetrado contra  guardabosques indígenas en la cercanía de las comunidades de Wilu, Tuybangkana, Musawas y Alal en el territorio Mayangna de Sauni As en la zona núcleo de Bosawás.

En ese ataque  resultaron heridos Donald Castillo Felipe, de 60 años, Presino Samuel, de 47  y Corino Simeón, de 44, este último está en estado delicado por lo que fue trasladado el hospital de Bonanza. Pero existe el temor entre los indígenas, que se repita lo ocurrido en enero de 2020, donde tras un ataque a la comunidad de Alal,  los colonos llegaron a amenazar a los heridos cuando eran  atendidos en ese hospital.

De acuerdo a la información recogida por CALPI, desde junio del 2020, un grupo de aproximadamente 70 colonos no indígenas se han dispersado por el territorio Sauni As, armados con metralletas USE y escopetas –armas de guerra- y se comunican con bengalas, con el fin de usurpar tierras en las que tradicionalmente han vivido las comunidades del pueblo indígena Mayangna, siendo estas áreas productivas para diversos cultivos agrícolas.

“Los mayangnas, para evitar enfrentamientos, lo han denunciado ante las autoridades competentes, sin embargo, estas hasta hoy no han hecho nada al respecto, dejando al pueblo Mayangna en total vulnerabilidad e indefensión”, refiere CALPI.

Es de destacar que los habitantes de Wilu, una de las comunidades atacadas, recién habían retornado, debido a que en diciembre de 2017 se vieron obligados a desplazarse hacia Musawas, a causa del asedio y hostigamiento, que enfrentan por parte “de estas bandas armadas que invaden sus parcelas de cultivos, sus bosques y sus lugares sagrados”.

Vinculados a personas con deudas con la justicia

“Informan también los líderes indígenas, que los usurpadores provienen de experiencias delincuenciales anteriores en otros territorios indígenas, en los que siembran marihuana, refugian a personas prófugas de la justicias y todos andan armados. Asimismo en las últimas elecciones municipales colonos provenientes de sur, centro y norte de Nicaragua, aparecieron con cédulas de identidad de Bonanza”, denuncia CALPI.

De acuerdo a la información suministrada a CALPI, “los colonos muestran documentos firmados por autoridades que supuestamente los acreditan como dueño del área, amenazando y violando los derechos del pueblo indígenas Mayangna, lo que ha sido denunciado en múltiples ocasiones por escrito y hasta con la captura y entrega de colonos a las autoridades policiales, los que luego son liberados”.

De acuerdo a los denunciantes  el área que pretenden usurparles  los colonos, son áreas vírgenes que estos han deforestado indiscriminadamente. “Desde junio de 2020 los colonos continuaron pasando Rio Pispis, Waspuk medio y cruzando el rio Waspuk arriba, que la invasión armada y usurpación se encuentra sin control en la Reserva Biósfera Bosawás, incrementándose en un 100 por ciento en los últimos meses, mientras no tienen asistencia o acompañamiento de ninguna entidad estatal en el patrullajes y vigilancia que realizan los guardabosques indígenas”, refiere CALPI.

Los indígenas mayagnas tampoco aprecian alguna actividad de protección del medio ambiente que realice el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) a pesar de la importancia que tiene Bosawás como patrimonio natural del país y para Mesoamérica. Y a pesar del compromiso que recientemente adquirió el Estado de Nicaragua con el Programa de Colaboración de las Naciones Unidas para Reducir las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo (REDD) del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF), y otros fondos verdes, patrocinados por el Banco Mundial a través del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

CALPI llamó al Estado de Nicaragua “ejercer su deber de proteger, a este pueblo al borde del exterminio o de un genocidio”, pues es una situación que lleva  varios años sin que cumpla con su responsabilidad nacional e internacional de proteger debidamente los derechos a la integridad física y psíquica de los indígenas mayangna ni la integridad de su territorio ancestral, titulado por el mismo Estado en el año 2006.

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