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Imagen calcinada guarda una historia de 382 años junto al pueblo

La última vez que fue bajada la consagrada imagen de la Sangre de Cristo de su altar en la capilla que lleva su nombre, fue el sábado 27 de junio con motivo de las celebraciones por los 382 años de su llegada a Nicaragua. Esta vez no pudo ser sacada a las calles capitalinas por la pandemia de COVID -19 y durante su celebración virtual recorrió el interior de la Catedral de Managua.

La pandemia también impidió que miles de feligreses y devotos le acompañaran en el viacrucis penitencial del Viernes Santo, durante la Semana Santa el pasado abril, que también fue realizado en la Catedral sin presencia de fieles.

Sin duda, es una de las imágenes de Cristo más veneradas por los católicos. Su devoción es evidenciada especialmente el Viernes Santo cuando miles acompañan la imagen en peregrinación por varios kilómetros por la capital, en pago de algún milagro concedido.

Explosión destruyó todo en el interior de la capilla pero la imagen calcinada permaneció en pie. Fotografía tomada de Arquidiócesis de Managua.

La imagen fue consagrada el 23 de febrero de 2008 por el cardenal Leopoldo Brenes y era la primera vez que en la Provincia era consagraba una imagen religiosa. Fue justo cuando cumplía 370 años de haber llegado a Nicaragua.

Es la misma imagen que este viernes quedó “lastimosamente calcinada de manera total”, tras el atentado terrorista perpetrado en la Catedral de Managua, como explicó el Arzobispo de Managua, al referirse al hecho terrorista que dañó la reliquia histórica.

“Para nosotros es muy doloroso y yo sé que muchos en silencio hemos derramado muchas lágrimas porque esta imagen para nosotros significa mucho y también para el pueblo católico y todos los devotos de la Sangre de Cristo”, comentó poco tiempo después del atentado monseñor Brenes.

En ese momento Brenes todavía no determinaba si la imagen podrá ser restaurada pues indicó que aunque por seis años custodió la imagen mientras permaneció en la iglesia San Pío X, desconocía que el rostro de la imagen era superpuesto.

Las  autoridades religiosas pensaban que la imagen era  de una sola pieza, pero “ahora nos dimos cuenta con el calor, que  la mitad del rostro se desprendió y lo tienen en custodia los padres en la catedral”, explicó el Arzobispo de Managua.

Esta es la reliquia religiosa que fue calcinada por un atentado criminal. Fotografía: Antonio Ramírez.

Brenes manifestó, que más adelante consultarán a un técnico que con calma evalúe la imagen, “preciosa, de más de 300 años que se merece que podamos estimarla”.

Soportó terremotos

Y es que la imagen de la Sangre de Cristo en estos casi 400 años permaneció intacta pese a los desastres naturales que afectaron al país y a Managua en particular, entre ellos varios terremotos, sobre todo los más inmediatos del siglo anterior durante 1931 y 1972.

Imagen de la Sangre de Cristo en una de las procesiones en Managua. Fotografía: Antonio Ramírez.

Y fue después del terremoto de 1972 que fue trasladada de la iglesia San Antonio donde había permanecido por varios años a la iglesia de Monte Tabor y en 1985 a la iglesia San Pío X, en Bello Horizonte. Y en 1993 llegó a la Catedral de Managua.

En su capilla, que este viernes fue destruida por un acto terrorista, ante sus pies oró el Papa San Juan Pablo II, el 7 de febrero de 1996 en su segunda visita a Nicaragua.

Y en su discurso con motivo de la  visita a la Catedral Metropolitana de Managua dijo el Papa: «Este templo —corazón de la arquidiócesis de Managua— en el que veneráis con devoción la antigua imagen de ‘La Sangre de Cristo’, traída desde España hace más de tres siglos y que representa a Jesús ofreciendo al Padre en la cruz toda su sangre y toda su humanidad, habéis querido que esté presidido por el Señor Resucitado con la enseña de su victoria sobre el pecado y la muerte”.

“No olvidéis este misterio de la muerte y resurrección cuando el cansancio, la soledad o la incomprensión de los otros pueda rebajar vuestro entusiasmo o hacer vacilar vuestro espíritu. No dudéis de ello: ¡Sois amados por el Señor y su amor os precede y acompaña siempre: su victoria es garantía de la nuestra!”, dijo el papa en ese momento.

Imagen muestra hoy el dolor del pueblo de Nicaragua

Sobre el crimen perpetrado este viernes que incendió la capilla y calcinó la imagen, el  obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez desde el exilio escribió: “Atacan la imagen de Cristo porque está clavado en la cruz, agreden a la Iglesia porque no usa la violencia, reprimen al pueblo porque no puede defenderse. Se engañan. La imagen de la Sangre de Cristo muestra hoy el dolor del sufrido pueblo de Nicaragua que ciertamente resucitará”.

Imagen de la Sangre de Cristo calcinada a causa del atentado terrorista. Fotografía: Tomada de Arquidiócesis de Managua.

Igualmente dijo: “Me uno a mi hermano Cardenal Leopoldo J. Brenes, al condenar con profundo dolor el sacrilegio contra la consagrada imagen de la Sangre de Cristo. Coincido con él que en esa capilla, que conozco muy bien, no hay velas ni cortinas. Fue un acto terrorista planificado contra la fe del pueblo católico de Nicaragua”.

Esta no es la primea vez que colocan explosivos en los templos de la iglesia Católica. A mediados de los 90 fueron registrados al menos doce atentados terroristas.   

Llueven muestras de condena

Mientras en la plataforma change.org Católicos de Nicaragua han lanzado una petición de repudio y condena de los ataques terroristas a la iglesia católica de Nicaragua.

“El día 31 de Julio del 2020, en un acto cobarde, terrorista y anticristiano fue atacada la Iglesia Católica en Nicaragua. En el corazón del catolicismo nicaragüense, dentro de la Catedral Metropolitana de Managua, fue colocada una bomba con el propósito de destruir la tradicional y antigua imagen de la Sangre de Cristo. Los atacantes lograron su cometido, provocando un incendio que quemó casi 400 años de historia”, refiere la petición.

Y recuerdan que el ataque “es uno de los tantos que vienen sufriendo la Iglesia y sus ministros desde hace dos años” y que en la última semana de julio han sido reportado cuatro  ataques directos contra los templos.

“Las múltiples amenazas contra sacerdotes, incluso un ataque con ácido contra uno de ellos, muestran la persecución religiosa que se vive en el país. La libertad religiosa, los derechos humanos y derechos al libre culto están siendo coartados en Nicaragua y el Gobierno, en vez de detenerlo, lo provoca”, destaca la peticiòn de Católicos de Nicaragua.

El hecho ha sido condenado por organizaciones sociales y de derechos humanos como la Articulación de Movimientos  Sociales que condena el ataque y se solidariza con la comunidad católica de Nicaragua.

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más se sumó a las expresiones de condena y consideró que fue «un atentado a la libertad de religión ,y creencias del pueblo » Y exigió el cese de la persecución y política de terror impuesta en Nicaragua desde hace 27 meses».

Igualmente la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), denunció el atentado contra la libertad de credo de los católicos de Nicaragua “ejecutado al mejor estilo terrorista que muy bien conoce el Frente Sandinista de Liberación Nacional desde antes de su llegada al poder en 1979”.

En tanto el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), demandó una investigación exhaustiva y creíble del atentado, “de lo contrario supondremos que fue un acto de odio”.

La Unidad Nacional Azul y Blanco también condenó el hecho  y manifestó su preocupación porque, “ante estos actos de violencia, no haya un órgano al cual acudir en busca de justicia, debido a la falta de independencia de las instituciones del orden público. Sin embargo, no descansaremos hasta lograr que los culpables de estos actos no queden en la impunidad, tal y como lo promueve el régimen”.

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