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Huracán Iota «como una película de terror», dice sobreviviente

La mitad de la casita de María Isabel Gutiérrez, le falta el techo. Fotografía: Cortesía.

Cuando  María Isabel Gutiérrez, optó el pasado 16 de noviembre por permanecer en su casa, para esperar el paso del Huracán Iota, considerado el más peligroso en el Atlántico durante 2020, nunca pensó que junto a sus tres hijos pequeños viviría “una experiencia horrible”.

Gutiérrez quien describe lo ocurrido ese día, en especial las horas de la noche, “como una película de terror”, había optado por permanecer en su casita construida cerca del mar, debido a que en los sitios de albergue se refugiaban entre 200 a 400 personas, por lo que “no lo consideraba adecuado para irme a meter con mis hijos. Yo les digo ‘nos vamos a quedar’ (..) con toda la confianza que no se llevaran el zinc”.

El Iota era el segundo huracán que en menos de quince días azotaba el caribe Norte, en particular Bilwi y comunidades cercanas, por lo cual, “por donde pegó el ojo hay como cuatro comunidades que desaparecieron”, refiere Gutiérrez.

Una semana después, a Gutiérrez aún le parece escuchar “esa buya” fuerte que provocaban los fuertes vientos que iniciaron desde las 10:00 a.m, del 16 de noviembre. Pero arreciaron a las 9:00 p.m. del mismo día. Fue entonces que junto a sus hijos pequeños de dos y cinco años y un tercero de 16, explica, buscó refugio debajo de una cama para protegerse de los fuertes vientos que levantaban los techos de las casas, incluida la suya.

“Esa bulla, esa bulla, esa bulla que pegaba, yo no sé ni cómo explicar algo inexplicable, una bulla tremenda que azotaba y solo sentía aquella cosa donde se cruzaban los zincs, arrancar todo”, recuerda Gutiérrez.

“Un fenómeno  que no se puede explicar», señala Gutiérrez que por el ruido lo asocia al que emite abanico cuando sopla de forma muy intensa y por la velocidad «increíble», como cuando un carro se desplaza a alta velocidad «y va a 120 kilómetros, a veces decimos este va manejando como loco y nos va a matar (el huracán) fue a una velocidad de 260 kilómetros por hora, era para destruir”.

Los vientos huracanados arrancaron parte del techo de la casita de Gutiérrez, unas quince láminas de zinc, que necesita reponer, el equivalente a la mitad de toda la casa. En otro sector de Bilwi  la casita de la madre de Gutiérrez también quedó sin techo. Y situación similar han corrido muchos en la ciudad.

Huracán arrasador

 “Eso es demasiado triste (…) todavía estoy escuchando ese viento (…) no quedó nada unas cuantas casas, fue arrasador, arrasó con todo, no han quedado casas, las casas que están de pie, porque a lo mejor estaban nuevas, o tal vez (construida) así como mi casita, que es de concreto, esas son las que están allí, pero sin techo. Las de tabla no quedó nada”, explica Gutiérrez.

Gutiérrez no precisa en que momento los fuertes vientos arrebataron parte del techo de zinc y quedó a la intemperie no solo de los vientos sino de la lluvia que caía en ese momento. Ella considera que su casita permaneció en pie porque está levantada de ladrillos, lo que ocurrió con vecinos.

Menciona que aunque por parte del gobierno estuvieron entregando láminas de zinc, prefirió no solicitar ninguna ayuda. “En ese pleito no me meto”, comentó Gutiérrez, tras señalar que algunas personas han empezado a recoger el zinc arrugado por los vientos, para volverlo a colocar.

Actualmente en Bilwi, hay escasés de alimentos y menciona Gutiérrez, que algunas personas han recibido unas cinco libras de frijoles, pero por su vivienda no han pasado.,

Gutiérrez, de 39 años, ya había vivido la experiencia del Huracán Félix ocurrido hace doce años, pero considera que no sintió la furia del ciclón como en esta ocasión.

Este sábado, Rosario Murillo que hace de vocera del régimen aseguró, que  ya hicieron llegar el apoyo para el retorno seguro a las familias  con planes techo y con cocinas para el Caribe Norte. Según dijo Murillo, casi 100,000 láminas de zinc han hecho llegar a la zona.

“Y luego ya va en camino también para el día de mañana la continuidad del apoyo con planes techo, apoyo solidario para el Caribe Norte, a esperar que baje el Wawa, que la plana esté completamente segura y poder pasar hacia Puerto Cabezas», sostuvo Murillo, quien confirmó que de poco más de 160,000 personas que estaban en albergues  continúan solo 12,000 personas.

En tanto la Empresa Portuaria Nacional (EPN), anunció que busca  reactivar las dos secciones del muelle de Bilwi que resultaron afectadas con el paso del Huracán Iota. Y pretenden reanudar operaciones este martes 24 de noviembre, para la atención del barco IV MARIA, que descargará combustible y bunker para la empresa energética Puerto Cabezas Power y Petronic.

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