El jueves un ciudadano chinandegano, de 70 años, fue remitido de una clínica donde había sido atendido por varios días al Hospital España, pero cuando sus parientes retornaron a visitarlo este viernes fueron informados que había fallecido y el Ministerio de Salud (MINSA), ya había decidido sepultarlo, en seguimiento al protocolo.
El paciente, un hipertenso, quien según una de las fuentes el jueves presentó “mucha dificultad para respirar”, por lo que una ambulancia lo trasladó al Hospital España. Sus familiares lo habían llevado a la clínica porque desde hace dos semanas sufría de una tos, según personas allegadas a la familia.
La dolorosa situación que padece esta familia de Chinandega, la conoce el padre Victor Morales, párroco de la iglesia El Calvario, de León y encargado de comunicación de esa Diócesis, quien es amigo de uno de los hijos del fallecido, de quien conoció la versión de que cuando él llego al hospital ya lo habían sepultado.
“Él ya tenía padecimientos desde hace años, era una persona vulnerable porque tenía sus padecimientos pero estaba bien, pero dice que tenía como algunas calenturas fuertes, y una tos que mantenía, el padecía de una tos crónica, lo internaron, pero le dice que murió de un paro respiratorio en la madrugada y hay nomasito parece que lo fueron a enterrar, pero no le comunican a la familia”, explicó el padre Morales.
“Como no pueden estar con los parientes, él llegó en la mañana a preguntar cómo seguía su papá y la sorpresa fue que le dijeron falleció, pero ya el MINSA se encargó de ir a enterrarlo. Eso es un golpe”, explicó el sacerdote.
Y es que según familiares de pacientes que han ingresado a ese hospital por sospechas del COVID-19, una vez que el paciente es internado en ese centro asistencial, no hay manera que conozcan después lo que sucede con sus parientes. Esto les lleva a permanecer en zozobra de lo que pueda ocurrir en el interior del hospital.
No conocen resultados de exámenes de COVID-19
Tras señalar que el hijo del fallecido preguntó “’¿Pero es de coronavirus?’ Entonces dice que le respondieron que le hicieron los exámenes pero no tenían todavía los resultados”.
Para el sacerdote esta situación no termina de extrañarle: “Llegar al hospital y que te avisen ya murió y ya lo enterramos es como un golpe demasiado fuerte para la familia sobre todo nosotros los nicas que no estamos acostumbrados a ese tipo de cosa”.
Al conocer la versión contada por uno de los hijos del fallecido estima que “ese secretismo crea muchas sospechas, pues (el hijo del fallecido) se enteró de que su papá había muerto hasta que llegó a preguntar al hospital por su papá”.
Aunque otra de las fuentes asegura que las autoridades hospitalarias informaron a uno de los hijos del fallecido, que el deceso fue debido a un infarto y les advirtieron que no les podían entregar el cuerpo, pues ellos procederían a enterrarlo al tiempo que se negaron a que fuese sepultado en la bóveda familiar. No obstante, le habrían permitido a uno de los hijos conocer el sitio donde fue sepultado.
No obstante, el padre Morales ha sostenido la versión que ya habían sepultado al paciente cuando fue notificado uno de sus vástagos.
“Yo le dije a él de todas manera haya sido o no haya sido coronavirus no te vas a enterar nunca por que no te van a decir. Es un golpe porque nosotros los nicaragüenses somos muy de vela, a nuestros seres queridos, velar en las casas y que de romplón nos digan ya lo enterramos, es un golpe fuerte”.
Tras referir el sacerdote que si la actuación como alegan es debido a protocolos que a lo mejor son implementados en otros países, lo menos que deberían hacer es notificar a la familia que su pariente falleció y que no pueden asistir por razones de seguridad.
Recordó el padre Morales que “al carecer de una información veraz y oportuna la gente vive en incertidumbre”, y considera que ni la desinformación ni el secretismo ayudan “a que la gente prevenga, porque hay algunos que quizás lo toman muy a la ligera, como que no pasa nada, puede ser también un riesgo”.
Entierros clandestinos
En los últimos días la ciudadanía de Chinandega ha denunciado de forma reiterada a través de las redes sociales, el traslado de ataúdes en horas de la noche hacia cementerios locales, que llevan a pensar en entierros clandestinos.
Hasta ahora no hay una información oficial de parte del Ministerio de Salud (MINSA), ni sobre lo que ocurre en Chinandega, ni en el país en general, pues desde el pasado martes que realizó el último reporte, no ha vuelto a informar sobre el estado de la pandemia en el país.
Una alerta del Observatorio Ciudadano emitido el jueves indica que hasta el 4 de mayo en Chinandega habrían fallecido 16 personas, y 45 casos sospechosos de COVID-19 verificados por el Observatorio, un caso confirmado por el MINSA de estos ocho corresponden al personal de salud.
En el informe sobre los países del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que realiza el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en Centroamérica y República Dominicana (CEPREDENAC), del SICA, Nicaragua sigue como el país con menos casos positivos del COVID-19, con 16 casos confirmados, cinco fallecidos, siete recuperados y cuatro activos.
En total en los países del SICA registraban hasta la noche del viernes 21,666 casos confirmados, 13,070 activos y 773 fallecidos.