Una vez más las fiestas patronales propias de la época en la Arquidiócesis de Managua serán pospuestas, en “un gesto de cercanía, de solidaridad”, con quienes sufren a causa de la pandemia por COVID-19, anunció este jueves el Arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes quien de forma insistente pidió a su feligresía: “Cuidémonos”.
Entre las fiestas patronales masivas que se aproximan durante este período destacan las capitalinas en honor a Santo Domingo de Guzmán a partir del 1 de agosto.
Al concluir la Eucaristía que presidió en la Catedral de Managua el cardenal Brenes exhortó a su feligresía a mantener las medidas higiénicas que permitan evitar el contagio como el uso de la mascarilla, lavado de manos y, guardar la distancia.
Brenes habló de al menos dos sacerdotes muy enfermos que están hospitalizados. “Como presbiterio tenemos un sacerdote hospitalizado, la Diócesis de Matagalpa tiene otro sacerdotes y hay sacerdotes están cuidándose siguiendo en cuarentena en sus parroquias. También tenemos muchas familias me llaman que ore por ellos”.
“Muchos están muriendo, muchos están enfermos allí cuidándose en su casa. Invito a la solidaridad propia de nuestra para que con fe sigamos orando, que nuestras fiestas patronales sean momentos de recogimiento, sean momentos de silencio, sean momentos de súplica; una cercanía al Señor a través de nuestros santos patronos para pedirle intensamente el cese de esta pandemia”.
Nueva cepa es más fuerte
Y añadió: “Me decía un médico casi llorando por teléfono, monseñor cuando celebre la Misa ore por nosotros, sufren los médicos cuando un enfermo los miran que va a morir (…) y este médico casi llorando me decía dígale a la gente que se cuide, a los jóvenes que se cuiden, esta nueva cepa producto de un virus nuevo es más fuerte, más dura, está atacando a los niños, está atacando a los jóvenes”.
En su informe semanal que comprende entre el 6 y 13 de julio del presente año el Ministerio de Salud informó que ha atendido y dado seguimiento a 306 nicaragüenses con COVID-19 confirmados. Y aseguró que desde el inicio de la pandemia hasta esa fecha había atendido a 7,044 personas.
Mientras el Observatorio Ciudadano registra en su último reporte hasta el 7 de julio un acumulado de 19, 225 casos sospechosos verificados por el Observatorio y 3496 muertes por neumonía o casos sospechosos de COVID-19.