PRD integra la Coalición Nacional, que se queda sin casilla. Fotografía Archivo.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) canceló la personería jurídica del Partido Restauración Democrática (PRD) un día después de que de forma sorpresiva un grupo de pastores evangélicos recurriera a esas instalaciones a impugnar supuestas reformas a los estatutos de ese partido y cualquier tipo de alianza electoral.
Con esto el CSE deja sin casilla a uno de los bloques opositores del país como es la Coalición Nacional para las próximas elecciones del 7 de noviembre.
Primeras reacciones
En una declaración escrita Unamos rechazó lo que calificó como una nueva agresión del régimen, «que muestra su terror a elecciones, a la decisión ya tomada por la mayoría del pueblo nicaragüense de hacer un cambio democrático en noviembre».
«Este es un proceso electoral totalmente deslegitimado con la inhibición de la principal fuerza política de oposición, cuyos integrantes han tenido un papel relevante y decisivo en las protestas desde abril de 2018 y posteriores, y consecuentes con la demanda de democracia y justicia en Nicaragua», destacó Unamos.
Además reiteró, que habrá condiciones para unas elecciones realmente libres, únicamente con la libertad de los presos políticos, el pleno restablecimiento de las libertades y derechos ciudadanos, y una verdadera reforma electoral que elimine el control del régimen sobre el sistema electoral, con participación de las verdaderas fuerzas de oposición, sin inhibiciones, ni represión.
El aspirante presidencial, Félix Maradiaga, consideró que la decisión del CSE de cancelar la personería jurídica del PRD «es un intento más por detener la lucha del pueblo de Nicaragua por conquistar sus libertades y poner fin a la dictadura.
Esa acción ilegal y arbitraria, que lleva a cabo la dictadura a través de un Consejo Electoral desacreditado e ilegítimo, no va a detener la lucha de todo un pueblo que en abril de 2018 dijo basta a la dictadura».
Maradiaga cuestiona que la clase política tradicional, «con su silencio y actuación, se ha convertido en cómplices de
la dictadura en el secuestro de las instituciones del país y de las libertades del pueblo de
Nicaragua». Y advierte que pese a todo continuarán la lucha «para construir una alternativa política transformadora, cuyos protagonistas son mujeres y hombres sin partido, trabajadores, empresarios, campesinos,
amas de casa y jóvenes que quieren un cambio profundo para el país».