Cuatro días después que la Nunciatura Apostólica publicó fotografías en las que el nuncio Stanislaw Waldemar Sommertag aparece rodeado de tres grupos de presos políticos, en oficinas de La Modelo, se ha conocido parte de lo expresado en esos encuentros y que dejan mal parado al representante del Vaticano.
Minutos después de su excarcelación, Yaritza Rostrán Martínez confió a los periodistas, que según sus compañeras, que asistieron a la reunión con el nuncio, este llegó a convencerles que desistieran de la huelga de hambre.
«Nos pareció absolutamente increíble», dijo Rostrán, tras indicar que el nuncio les trató de convencer que comieran, que no era una forma de protestar y atrasaban el proceso de negociación.
Rostrán dijo que no se explican la intención y «que sabemos que no puede estar de lado de un régimen como el que mantiene Daniel Ortega, es increíble».
Sacerdote cuestiona actuación
Desde su cuenta de Twitter el sacerdote Augusto Gutiérrez, actualmente en el exilio cuestionó lo señalado al nuncio Waldemar.
«¿Cómo puede pedirle a una persona que la están violando, que no se exprese solo porque el violador quiere ‘negociar’?», preguntó el sacerdote.
El 11 de marzo una nota de la Nunciatura explicó sobre la visita a los presos políticos que «el nuncio sostuvo una conversación personal, franca con cada uno de los detenidos escuchando con atención sus palabras, preocupaciones y esperanzas».
En la misma nota señala que el Nuncio exhortó a los presos políticos «a tener fe en Dios para adentrarnos en el.misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona y siempre ama».
Ha perdido credibilidad
El asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, escuchó las afirmaciones de Rostrán, lo que consideró como «lamentable».
«Se supone que él es un mediador y representa una institución que tiene abundante solvencia moral, en la cual la población nicaragüense confiaba mucho (…) pareciera que es parte del grupo del gobierno (…) está manejando el mismo discurso de ellos», afirmó el defensor de derechos humanos.
Con esto lo que el nuncio «diga y lo que él haga pierde la confianza de la población, por lo tanto no es apto para que esté allí, creo que la Santa Sede debe replantear la permanencia de este señor allí», sostuvo Cuevas.