La Coalición Nacional solicitó este lunes al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que esa organización “tome con urgencia medidas más activas frente al caso de Nicaragua” ante la pandemia del COVID-19 y designe a un enviado especial.
Esto para que contribuya a iniciativas ya en marcha por parte de la comunidad internacional, para una efectiva solución a la crisis de derechos humanos y sanitarios que no solo se prolongan en Nicaragua, sino que considera amenaza al resto de la región.
“Esta situación ya representa una amenaza transfronteriza para todo Centroamérica, en términos de migración, comercio, manejo responsable de la pandemia y seguridad democrática, hasta constituir una amenaza para la paz de la región”, advierte la Coalición Nacional en su escrito.
La Coalición señala en su carta dirigida a Guterres, que esta solicitud la hace “en el marco del principio de responsabilidad de proteger, que implica proteger a las poblaciones de crímenes atroces y violaciones de sus derechos humanos, basado en el respeto a las normas y principios del derecho internacional”.
Presos políticos en medio de crisis
La Coalición le explica a Guterres el peligroso escalamiento de la crisis sanitaria a causa del COVID-19, en Nicaragua “por la desidia del régimen”, hecho que sumado a la crisis humanitaria, de origen político por la violenta represión gubernamental desde abril 2018, acentúa la grave violación de derechos humamos de los nicaragüenses.
Al tiempo que le explica la Coalición a Guterres que actualmente hay más de 85 presos políticos secuestrados por el régimen y que también requieren de la urgente atención de la comunidad internacional.
Menciona también que la desatención del régimen a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ante la pandemia del COVID-19 ha agravado la crisis sanitaria en el país, por lo que “la omisión criminal del régimen ha contribuido a la expansión del contagio hasta llevarlo a una situación de riesgo y muerte masiva”.