«Una repetición del patrón represivo», implementado por el régimen Ortega Murillo el 14 de octubre del 2018, identificó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), con los hechos violentos ocurridos este sábado, contra manifestantes que pretendían marchar.
En esta ocasión el operativo policial que impidió el desarrollo de la movilización opositora para exigir la liberación de los presos políticos, que dejó al menos 165 detenidos y seis heridos, retoma también el secretario ejecutivo de esa organización, Paulo Abrao, desde su cuenta de Twitter.
En octubre del año pasado fueron 38 manifestantes detenidos y posteriormente liberados.
«La CIDH urge al Estado de Nicaragua a restablecer las libertades de los nicaragüenses, como una muestra concreta de buena fe y voluntad para avanzar en un diálogo que permita destrabar la crisis en Nicaragua», señala la CIDH.
La marcha del sábado fue convocada por la Unidad Nacional Azul y Blanco, pero la Policía para impedirla no sólo reprimió a manifestantes, sino también a periodistas en el ejercicio de su labor.
Hechos como la agresión en contra del reportero gráfico de AFP, Luis Sequeira también los recoge la CIDH, que recuerda que «la democracia y el estado de derecho son incompatibles en el hostigamiento a la prensa».
La CIDH resalta también, que el operativo policial incluyó detenciones ejecutadas por agentes de civil, sin identificación apropiada «que indicara a qué fuerza de seguridad pertenecían».