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Arquidiócesis de Managua publica protocolo para la asistencia a los templos

Ante el reinicio gradual de la presencia física de los feligreses a los templos católicos de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua, la Arquidiócesis de Managua publicó un protocolo básico para la asistencia a la Eucaristía. Los obispos de Nicaragua han establecido el 4 de octubre para que las Misas vuelvan a celebrarse con presencia física de los fieles católicos.

Ante el inicio de la pandemia por COVID-19, la iglesia católica fue la primera en adoptar medidas de prevención y realizó por varios meses las celebraciones religiosas sin presencia de fieles.

El uso de la mascarilla será obligatorio para todos los que participen en las celebraciones litúrgicas, debe higienizar el calzado y las manos con alcohol. Para el ingreso a los templos habrá un equipo de apoyo parroquial que orientará y guiará a los fieles para el ingreso y ubicación adecuada.

El acceso estará determinado por la estructura del templo, pero es importante que los feligreses acudan con anticipación y así cumplan con el protocolo establecidos. A su vez la salida deberá realizarse con la debida precaución para evitar las aglomeraciones, refiere la Arquidiócesis en sus disposiciones.

Cada parroquia diseñará un plan de ubicación a los asistentes a la Misa con la distancia de dos metros recomendadas y serán ubicadas de dos a tres personas por banca. En caso que se trate de miembros de una misma familia podrán utilizar una sola banca.

Al momento de comulgar debe recibirse en la mano y al hacer fila debe guardarse la distancia recomendada por los organismos de salud. Los miembros del equipo de apoyo facilitarán alcohol para las manos previo a la comunión igual el ministro de la Comunión deberá aplicarse alcohol antes y después del ejercicio.

Entre las recomendaciones que hace la Arquidiócesis de Managua está que la Eucaristía no se prolongue más de una hora, que el sacramento de la confesión sea celebrado de forma responsable, para el penitente y el sacerdote, que la colecta de la ofrenda en momentos del ofertorio o después de la comunión, el saludo de la paz se haga con cortesía con un gesto reverencial.

También refiere que las personas más vulnerables por la edad y salud “están dispensadas del precepto dominical” y pueden seguir participando en las celebraciones transmitidas por los medios de comunicación social.

Cada parroquia decidirá los horarios en que los templos permanecerán abiertos, pero aclara que estas disposiciones serán aplicadas en bodas, quince años, funerales y bautizos “los cuales se realizarán de forma austera y con un número limitado de participantes en común acuerdo con el párroco”.

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