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Análisis de médicos en el exterior destapa verdad oculta sobre COVID-19 en Nicaragua

Tras el análisis de datos oficiales que han estado oculto, un grupo de médicos en el exterior a la cabeza por el epidemiólogo Álvaro Ramírez, demostró que el número de casos positivos por la pandemia de COVID-19 en el país, es mayor que la presentada por el oficialismo, igualmente que también afecta a los niños y a los jóvenes.

Esto lo demostró Ramírez con el comparativo de datos presentados oficialmente por el Ministerio de salud (MINSA), los que mantenía ocultos así como con las cifras de reportes del Observatorio Ciudadano.

Y aunque en las últimas fechas se observa un descenso de los casos, se ha mantenido el promedio de muestras semanales efectuadas por el MINSA. Y los datos demuestran que  “nadie está exento, hay que protegernos, continuar promoviendo medidas de protección”, expresó Ramírez quien insistió en mantener las medidas preventivas de autoaislamiento en cuarentena voluntaria, uso de mascarilla y lavado de manos.

Estudio con altos estándares de comportamiento ético

Explicó Ramírez, que junto a un grupo de médicos en el exterior se dieron a la tarea de analizar datos e información que no había sido dada a conocer a la población, que les permitió concluir un estudio epidemiológico que está regido con los más altos estándares de comportamiento ético, protegiendo la privacidad individualidad de los casos reportados e incluidos en la base de datos.

A pesar, dijo, que los datos obtenidos solo reflejan una pequeña cantidad del total de afectados en Nicaragua los seis hallazgos encontrados son muy reveladores para entender como se ha desarrollado la pandemia de COVID -19 en Nicaragua.

Entre los hallazgos mencionados por Ramírez están: que el total de pruebas de PCR en Nicaragua desde el 28 de febrero al 24 de julio hasta donde han realizado el análisis minucioso fue de 17, 284 pruebas.  

De ese total en 9,683 casos resultado fue positivo, “que deja el porcentaje más alto de positividad en el mundo, un 56 % de positividad”, dijo Ramírez, quien señaló que de esa manera se puede estimar también que de 9,600 casos pudo haber en este período unos 80 mil a 100 mil infestados, y puede inferirse la tasa de mortalidad por COVID-19, expuso Ramírez.  

El epidemiólogo Álvaro Ramírez hizo un llamado a la población a mantener medidas de protección contra COVID-19, como el uso de la mascarilla. Fotografía Antonio Ramírez.

A su vez, el análisis  les permitió conocer que en la fecha estudiada 23 niños menores de un año fueron afectados por COVID-19 así como 130 menores de 18 años. En caso de menores de un año el primer caso registrado fue en Managua.

 “Estos datos son reales y estaban completamente ocultos al país”, manifestó el especialista quien con los datos presentados demostró que la pandemia empezó a crecer desde los primeros días, cuando se registró el primer caso en el país, el 18 de marzo.

Según el epidemiólogo a la semana siguiente, el 24 de marzo ya se habían reportado otros dos casos positivos en Bluefields, uno en Laguna de Perlas, otro en Juigalpa, en San Rafael del Norte, y ya  habían casos en Managua y en Masaya.

A esa fecha el Ministerio de Salud (MINSA), reportaba solo dos casos, mientras el Observatorio Ciudadano ya reportaba 209 casos, pese a que la base de datos del MINSA ya tenía 14 casos confirmados.

Al 15 de abril, el MINSA reportaba únicamente 9 casos, mientras el Observatorio informaba sobre  282 reportes, la base de dato tenía 45 confirmados y 832 pruebas realizadas.

A su vez señaló, que del 18 de marzo al 12 de mayo, el MINSA alegaba solo 25 casos registrados en el  territorio nacional, cuando el Observatorio presentaba 1,200 casos,  en tanto la base de datos del MINSA ya tenía 1,711 casos reportados positivo de un total de 4,137 pruebas realizadas.  A esa fecha el departamentos Managua  registraba 1,067 casos, con mayor número de casos en todo el país.

Hasta el 24 de julio, el MINSA, reportaba 3,439 casos, el Observatorio más de 8,800 casos, y la base de datos 9,683 casos confirmados de un total de 17, 249 muestras. Hasta esta fecha también se reportaba  1, 172 trabajadores de la salud afectados.

Más de mil muestras semanales

Ramírez dijo, que el MINSA pasó de realizar un promedio de 400 muestras semanales a partir de la semana del  18 de marzo  a unas 1,200 muestras semanales hasta el 24 de julio cuando está el informe.

Señaló que debido a que la población de Nicaragua es joven están en los grupos de riesgo incluyendo los niños, y los grupos más afectados empiezan a partir de los 40 años y entre 51 y 60.    

Los síntomas más frecuente está la tos seca, tos con flema, el 81 % de los casos positivos, seguido de   fiebre y dolor de garganta

Y pese a que las autoridades mucho insisten en que en esto ha incidido la  comorbilidad  Ramírez demostró que solo el 21 % de los pacientes positivos padecen de diabetes y un  7 % sufre de enfermedades cardíacas, por ejemplo.

La Unidad Nacional Azul y Blanco a través de un comunicado expresa que de acuerdo al estudio presentado por Ramírez «indican que el MINSA ha ocultado deliberadamente al pueblo de Nicaragua y a los organismos internacionales información valiosa y útil para la toma de decisiones y la aplicación de medidas de protección para las familias nicaragüense, mintiendo flagrantemente en sus informes semanales».

«Esta política de hermetismo y manipulación de información oficial verdaderamente no solo viola los derechos de las personas nicaragüenses de buscar , recibir y difundir información pública, sino que también lesiona la Ley de Acceso a la Información Pública (Ley 621), la Ley General de Salud (Ley 423) y el Reglamento sanitario Internacional», dice UNAB en su comunicado.

Al tiempo que insta a los organismos internacionales, comunidad donante, cuerpo diplomático, Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS) le demanden transparencia al régimen y condicionen cualquier tipo de apoyo, sea de ayuda técnica, financiera o tecnológica; mientras no haga pública la información oficial sobre a las pruebas de COVID-19 aplicadas y sus resultados en el país.

Violeta Granera, del Consejo Político de la UNAB señaló, que en Nicaragua el régimen sigue promoviendo actos masivos y secretismo sobre la información detallada acerca de la pandemia.

“La información salva vidas y en Nicaragua nos la están negando”, dijo Granera tra señalar que al ocultar esta información el régimen deja a la población en indefensión.

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