Las lluvias registradas en los últimos días en Nicaragua, “ponen en evidencia una vez más, los altos índices de vulnerabilidad del país ante este tipo de fenómenos, generando crecidas considerables, tanto en el Pacífico como en el Caribe, con consecuencias de pérdidas de vidas humanas y materiales”, advierte un informe del Centro Humboldt.
Durante este período cinco personas fallecieron en diferentes partes del país además de causar pérdidas en viviendas y cultivos, indica el informe acumulado de lluvias y daños producto del sistema meteorológico.
Las víctimas de este período fueron: Adriana Romero Montoya de 25 años, impactada por un rayo, en el departamento de León. un niño de 11 años, arrastrado por fuertes corrientes en el barrio Andrés Castro, en Managua. Igualmente Grifel Yismari Landero Espinoza, de 25 años, arrastrada por las fuertes corrientes del Río Sapoá en Cárdenas Rivas, mientras intentaba ingresar a Nicaragua, proveniente de Costa Rica, así como Kevin Castillo Montealto, de 19 años, arrastrado por las corrientes en San Juan del Sur, Rivas y una señora de 75 años, arrastrada por el Río Maleconcito, en Wiwilí, Jinotega fueron las víctimas.
El Centro Humboldt destaca que realiza esta actividad tras el monitoreo de medios y a partir de datos meteorológicos reportados por la Red de Observación Climática Comunitaria (ROCC), integrada por comunitarios/as, organizaciones de sociedad civil, universidades, iglesias y cooperativas, quienes desde hace diez años monitorean el clima en Nicaragua.
Y recuerda en su informe, que desde el 18 de agosto a través de sus pronósticos diarios advirtió de la continuidad de la actividad ciclónica en la zona occidental del Pacífico, con varias zonas de baja presión, la presencia de la Zona de Convergencia situada sobre el territorio nacional, así como el avance de la Onda Tropical número 30 en el caribe, con altas probabilidades de convertirse en una actividad ciclónica que estaría generando lluvias en los próximos días.
“La amenaza que representó las lluvias de los días 21, 22, 23 de agosto, fue de la misma magnitud para Honduras, El Salvador y Nicaragua, sin embargo, solo Nicaragua no activó el sistema de Protección Civil, dejando indefensos a los sectores más vulnerables, quienes son los que siempre se llevan la peor parte de las afectaciones generadas por estos fenómenos”.
El informe indica que en particular el Caribe Norte se vio afectado por la interrupción del tráfico terrestre, debido a la crecida del Río Wawa, lo que imposibilitó el funcionamiento normal de la Barcaza en Wawa Boom, lo que generó desabastecimiento de alimentos y combustibles en Bilwi y Waspam.
“Una vez, más las autoridades gubernamentales, trasladan a las poblaciones mas vulnerables el manejo de las emergencias generadas por crecidas de corrientes fluviales, dejándoles en indefensión”, refiere el informe.