Desde septiembre pasado que Danny García fue privado de libertad por tercera ocasión, sus familiares no han podido conseguir que las autoridades del Sistema Penitenciario Nacional (SPN), les autoricen una visita.
Ante la negativa de los funcionarios del SPN, el 25 de noviembre cuando García era trasladado a los juzgados de Managua, su esposa Ruth Matute tuvo que subir a un puente peatonal, para poder verle cruzar en el interior de los tribunales,
García es un artesano reconocido en Masaya, pero su disidencia contra el régimen Ortega Murillo no solo ha provocado su encarcelamiento tres veces, sino que las confiscaciones de sus pertenencias y el aislamiento de su familia.
En su última detención, los agentes de la sancionada institución se llevaron una motocicleta que el joven había adquirido en una casa comercial para seguir realizando su labor y tratar de generar un ingreso a su hogar.
“Es muy duro, jamás pensé en la vida que lo volvería a pasar. Hoy en día puedo decirte como se sufren los padres de familia de tener un hijo encerrado; es cierto que no es mi hermano ni mi hijo, pero es mi esposo y es duro porque yo debo de estar a la par de él ahí”, aseguró Matute.
De las decenas de veces en las que Matute ha intentado ver a su esposo, en el SPN lo único que le dicen es que no tienen el permiso de sus superiores para que García reciba visitas.
Además, cada vez que Matute pide hablar con el Alcaide del penal nunca sale y debe esperar durante varias horas para que finalmente le digan que no la van a recibir, o que sus superiores no autorizan la visita.
“El 14 de este mes, quise conocer si estaba mi permiso para ver si se conmueven, pero no fue así, me dijeron que no me había apuntado, pero no es así y fui a ver con la abogada si era cierto y era mentira porque era la primera en estar apuntada, y lo que me dijo que son excusas para no dejarme verlo”, comentó.
Ana Cecilia Hooker integrante de la Unión de Presas y Presos Políticos de Nicaragua (UPPN) detalló que la acusación contra García no es real porque la ciudadanía lo reconoce como un artesano profesional y no como un traficante de drogas ni armas, además, el reo político fue sacado a la fuerza de su casa y no de la zona donde la Policía afirma.
Hooker explicó que la única que ha tenido acceso de hablar con el reo de conciencia ha sido la abogada defensora Yonarkis Martínez y recientemente dos de sus familiares, menos Matute.
Tomado de República 18
Preso político Danny García privado hasta de ver a su familia