La situación en la que está inmerso el país, a criterio de Fidel Moreira, director ejecutivo del Centro de Estudios para la Gobernabilidad y Democracia. (CEGODEM), está relacionada con el hecho de que fue incluido “en un huracán de conflictividad geopolítica entre Estados Unidos y estas potencias” el cual carece del consenso de la mayoría de la población.
Y es que Moreira considera que estos “son Estados que están naciendo bajo una carga de fundamentalismo de control político y que son alimentados por una guerra geopolítica donde no tenemos nada que ver”.
No obstante, señala, que el hecho de convertir a Nicaragua como un país satélite de estas potencias le da “carta abierta” a quienes están en el poder para corromperse económicamente. Y menciona, que esto es lo que ha ocurrido con los vínculos que ha mantenido el régimen con Venezuela.
“Ellos tuvieron puerta abierta para enriquecerse con dinero del compromiso entre Nicaragua y Venezuela, en primer momento, más de 4 mil millones de dólares cayeron directamente a las manos de la familia gobernante y de ese dinero, compraron a funcionario públicos para poder cooptar todos los poderes autonómicos del país, desde ahí viene la plena libertad de poder robar, pero tener al país comprometido con esas conflictividades externas”, señaló Moreira.
- Estos dos proyectos de ley (Cadena perpetua y la de Regulación de Agentes Extranjeros) ¿Cómo se suman a la situación de conflictividad en el país?
Al final si ven esto es casi idéntico a un modelo que se aprobó en Rusia en 2019 y esto simplemente es la desconstrucción de un Estado de derecho, o sea es el control social del Estado, para controlar totalmente y romper con ese panorama republicano en Nicaragua, nos ha costado desde los 90, por no decir lo que nos costó en muertos en los 80. Entonces este panorama que venimos reforzando de democracia con estas dos leyes lo que quieren es controlar totalmente el Estado, como dueños directos de estos dos dictadores. O sea esto tiene que ver más con la ruptura total digamos de un Estado republicano.
- ¿Ve algún mensaje a la ciudadanía con estas dos leyes en un año preelectoral? ¿Cómo lo valora?
Yo he dicho que Nicaragua tiene una frontera en el 2021 (…) en este caso si el régimen piensa que va a robarse las elecciones utilizando a los grupos paramilitares, porque los grupos paramilitares siempre han existido, o sea siempre hemos tenido grupos del Frente Sandinista golpeando a los opositores que salían a la calle, eso no es del 2018 para acá.
Obviamente tuvieron que contratar, tuvieron que soltar a 20,000 presos para poder digamos crear una constelación de violencia para que los ciudadanos no salgamos a la calle. Pero eso realmente la frontera está en el 2021.
Nosotros vamos a una elección y obligatoriamente ellos van a tener que buscar como entregar el poder. Si ellos no entregan el poder al pueblo nicaragüense pues prácticamente no sé lo que va a pasar en términos del papel que vamos a jugar los ciudadanos, porque ya sabemos que a nivel internacional obviamente van a rechazarlo y van a desconocerlo totalmente, va a venir una alfombra negra sobre la economía de Nicaragua y vamos a tener un estado militarizado completamente. Pero yo creo que los nicaragüenses que somos la mayoría ante un 15 %, según la última encuesta de la Cid Gallup, que no vamos a dejar que nuestro voto sea también robado, y entonces, ahí sí vamos a tener que ver como los ciudadanos desde adentro recuperamos este país.
- ¿Cuál es el panorama que aprecia? Pandemia o sea hay crisis sanitaria, crisis sociopolítica y económica, ¿Cómo terminará Nicaragua este 2020?
Este es un coctel de destrucción, ahí es donde podemos medir el valor patriótico que tienen los políticos de nuestro país y es ahí donde podemos medir el desafío. Si nosotros no miramos que esta oposición reflexiona y busca como ponerse delante de la gente, desgraciadamente Nicaragua será enterrada, porque es que ya es insoportable, ante este coctel de destrucción, donde vino primero una dictadura que se impone, después vienes una pandemia que se impone y después viene una gran crisis económica que se impone. Entonces si no tenemos ese liderazgo de oposición o sea ese liderazgo que guíe a la gente, porque yo creo que la ciudadanía no es opositora del régimen, la ciudadanía es mandataria del Estado.
Y en el 2018 la ciudadanía le dijo que se fueran; ellos no se fueron y se agarraron de las armas, pues en este caso necesitamos esa guía de la oposición para que los nicaragüenses podamos cumplir eso, o sea sacar a este dictador que mató y que asesinó. Y que por cierto después tiene que haber justicia para ese poco de gente que fueron parte de esto.