Jessica Chávez y Allison Wassmer. Fotografía: Cortesía.
“Ahora la belleza es mente”, sostiene Wassmer quien a propósito del Día de la Mujer habla de sus emprendimientos, metas y acciones que sigue realizando en su carácter personal y aconseja a otras mujeres que «sepan de lo que somos capaces que no importa el tiempo, que no importan las adversidades” .
Y contrario al trillado pensamiento en el cual han sido encasilladas las participantes en certámenes de belleza Wassmer es una joven emprendedora, desde hace tres años junto a su madre fundó el negocio Cerealísimo, pues dijo ambas son: “dos mujeres poderosas (…) esforzadas y valientes”, y hace dos meses inició con una tienda en sociedad con una amiga. Pero también dice, que no todo es negocios, por lo que en algunas ocasiones ha apoyado a una amiga que igual colabora en un centro con niños con capacidades diferentes, en Carazo, lo cual no lo hace público pues ella es del pensamiento “que Dios recompensa en público lo que uno hace en privado”.
Certamen le cambió la vida
Aunque reconoce que el certamen le cambió la vida, pues “me abrió puertas, cerró otras, pero me ha ido haciendo el camino y ahora me toca a mi seguirlo abriendo seguir trabajando para que las personas no me olviden para que las personas sigan creyendo en mi”. Les recordó a otras mujeres “que nosotras tenemos un poder, que nosotras podemos, que nosotras vamos a cumplir nuestros sueños”. Y plantearse metas porque “si uno no tiene metas es como que está muerto”.
Wassmer, quien se define como “una mujer de fe” que cree en Dios, recomendó a las mujeres jóvenes: Cuidar del corazón porque “las mujeres mire, sufrimos tanto del corazón y del alma que se lo entregamos a cualquiera, viene y lo hacen pedazos (…) una de mis metas cuidar el corazón», y sobre todo, “creer en nosotras”.
La ex reina de belleza quiso dar su testimonio de como en 2021 fue la número 1 en el certamen de belleza Miss Nicaragua y que luego la llevó a representan a Nicaragua en Miss Universo 2021 efectuado en diciembre de ese año en Eliat, Israel. Tras 10 años de laborar en una empresa, en la que reconoce que aprendió muchísimas cosas, pero su jefe inmediato, un varón, “me estaba cansando”. Sin embargo, dice que por reconocimiento a la dueña se resistía a renunciar aunque todos los problemas los cargaba como “una mochila muy poderosa”. Hasta que un día asegura,“le dije a Dios: ‘Yo quiero que me saqués de aquí como una ganadora (…) sacame como lo que soy’, y va que me meto en el Miss Nicaragua y va que gano”, refiere Wassmer quien sostiene: “Me considero una mujer de fe”.
Otro ejemplo como mujer nica
Jessica Chávez, es una joven de 24 años, pero en el campo profesional ya cuenta con casi ocho años de experiencia profesional como comunicadora social, pues desde sus inicios empezó a hacer periodismo y que en los últimos años se ha inclinado a la parte audiovisual, para lo cual dice aprovecha “un conjunto de habilidades y destrezas” que posee.
“Contar historias de gente real, común y corriente como yo , como vos, como cualquier persona (…) es decir yo como comunicadora no necesito crearle a la gente un mundo de fantasía respetando mucho que hay diferentes géneros dentro de la producción (…) yo me inclino mucho por la no ficción”, explica Chávez, parte del trabajo que desarrolla.
Aunque sin contar con “un trabajo fijo”, dentro de su profesión, en los últimos años se ha dedicado a plasmar algunas historias a través de pequeños documentales y el primero que le ha dejado una buena enseñanza fue Ricky, se sembró una semilla en Amak, a través del cual ella cuenta la historia de vida del joven indígena mayangna Ricky Pineda.
Chávez es una joven que permanece en constantes retos “, actualmente a pocos días de ser madre, y uno de ellos es una segunda parte sobre Ricky y continuar con #DesdeMiExperiencia, un espacio en vivo, desde su página en Facebook, que realiza todos los jueves por la tarde, en el que según comenta, lo hace no solo es para compartir aprendizaje, “sino mostrarle a la gente que hay oportunidades y que hay modos de hacer las cosas”.
“Yo no tengo un trabajo fijo, no, pues trabajo por proyectos soy comunicadora social, entonces el hacer, el inventarme y el reinventarme y estar haciendo algo para estar en el radar, pues aprovechando de que la gente sigue, o esa falta de espacios donde podamos aprender más, saber más de las cosas, pues me llevó a querer compartir desde mi experiencia aprendizaje en cuanto a como se hacen las cosas: Cómo hacer guiones, cómo hacer programas , cómo hacer Storytelling, cosas así. Pero también un intercambio con otros colegas, …yo estoy rodeada de gente adulta y gente muy joven. Yo le llamo un intercambio generacional”, sostiene Chávez.