El Caribe Norte este lunes. Fotografía: Cortesía de Limbort Bucardo.
A medida que se aproxima la hora fatídica de que Eta toque territorio nicaragüense en el Caribe Norte, el fantasma del Huracán Félix, de categoría 4, que devastó buena parte del Caribe Norte, parece estar presente entre sus habitantes.
Y aunque ha traído a la memoria de los habitantes del Caribe la tragedia vivida hace 13 años, también ha significado alguna experiencia para no repetir la misma situación, asegura Limbort Bucardo.
El 4 de septiembre de 2007 el Huracán Félix, dejó un centenar de fallecidos y unos 130 desaparecidos.
Bucardo recuerda que esto obedeció a que cuando las autoridades llegaron a evacuar “dijeron ‘no creo’, y cuando vino el huracán fue matancina de gente, eso ha despertado el temor entre la población de no confiarse, de prepararse con anticipación y estar informados (…) los que tienen acceso”, dijo Bucardo.
En Bilwi, “hay mucha gente que desde tempranas horas del día ha estado en corre y corre (…) las abarroterías, ferreterías , fool, de gente queriéndose abastecer, las calles estaban muy saturadas de vehículos (…) la gente movilizándose para comprar. Tengo entendido hay varios centros de albergue ya llenos (…) las viviendas cerrando, la casas que tienen ventanas de vidrio cerrando con láminas, con madera (…) la gente se está preparando”, comentó Bucardo.
Wawa Bar, distante a unos 40 km al sur de Bilwi, está ubicado al nivel del mar, por lo que los comunitarios fueron evacuados desde horas tempranas de este lunes, a los centros de albergue que fueron activados.
Bucardo manifestó que en Bilwi los centros de enseñanza han sido utilizados como albergues, porque la mayoría de las viviendas son de maderas y de tambo, lo que los coloca a sus habitantes en situación de vulnerabilidad ante los vientos huracanados.
Bucardo señala que una de las desventajas ante los huracanes es la infraestructura del sector, las casas son de madera y de tambo, lo que expone a riesgo ante los vientos huracanados, pues durante el Félix hubo muchos árboles caídos sobre las viviendas, o techos despegados por los fuertes vientos.
En el transcurso de este lunes en Bilwi, la energía eléctrica ha estado intermitente, hay muchas comunidades que no tienen señal telefónica y según han informado algunos comunitarios al Movimiento Prilaka, con el que trabaja Bucardo, que en comunidades de Río Coco Arriba han salido a buscar señal para conocer mayor información sobre el huracán.
“Tienen dificultades para conocer de recomendaciones de las autoridades lo que les impide estar preparados”, manifestó Bucardo, quien agregó a esto la situación de pobreza que sufren en esas comunidades del Wangki, que les impide abastecerse de alimentos e incluso de una lámpara de mano.
Y aunque dice Bucardo, que de acuerdo a lo que se conoce del recorrido e impacto del huracán será la zona de los litorales, Puerto Cabezas y comunidades en los alrededores, reconoce el riesgo existente para las comunidades asentadas en las riberas de los ríos Coco, Wawa y Prinzapolka y Sandy Bay que más que todo pueden ser afectados por los vientos.
Alerta por comunidades del Río Coco
Para el dirigente de Yatama, Brooklin Rivera, aunque en Bilwi han empezado evacuaciones como en el hospital de esa ciudad, quienes están en una situación de mayor vulnerabilidad son los comunidades de Río Coco Abajo y del municipio de Prinzapolka.
Rivera alertó de la situación de indefensión que están 14 comunidades Río Abajo del Wangki, cuya situación se agudiza debido a que ya habían sufrido por las inundaciones ocurridas en agosto pasado.
Rivera dijo, que si no hay una respuesta inmediata a la necesidad urgente de evacuación hay riesgo de que comunidades enteras desaparezcan ante la crecida de los ríos a causa de las fuertes precipitaciones que se esperan en el sector.
“Hay mucha zozobra entre la población porque las informaciones que nos vienen es que va hacer mucho estrago (el huracán), muchas afectaciones, la gente prácticamente está indefensa, sobre todo las comunidades”, explicó Rivera, quien señaló que todo lo que está sobre el río Wangki, Prinzapolka y los litorales están en riesgo.
Sin embargo, “no hay combustible es lo que dicen las alcaldías”, criticó Rivera, tras mencionar que hace una semana llegaron al Triángulo Minero alrededor de 75 camiones pero lo que trasladaban era material de propaganda del oficialismo y algunas “muñequitas” para las niñas.
En esto hay gasto de combustible expresó Rivera, sin embargo, no hay para evacuar a las comunidades del Río Coco, que según conoció los comunitarios buscan autoevacuarse al sector de la Mosquitia de Honduras.