Pablo Cuevas – Archivo
Un exmilitar está por perder un testículo a causa de la golpiza propinada según denunció su madre ante el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, por agentes de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), que lo secuestraron junto a otras dos personas los conocidas suyo en las inmediaciones de Plaza España, el pasado 30 enero.
Winston Gómez Flores, hace tres años dejó las filas castrenses y en las protestas de los autoconvocados participó como colaborador de una brigada médica formada por universitarios.”
Le tendieron una trampa”, pues alguien los citó al sitio aparentemente para un trabajo y la Policía Orteguista los estaba esperando dónde los golpearon, pero “a quien le dieron duro, casi hasta expulsarle un testículo” fue a Gómez y en medio de la golpiza a punta pies le repetían “que era un traidor”, refiere Cuevas.
“En pocas palabras les venían dando seguimiento”, expresó Cuevas.
El 12 de febrero cuando la PO le permitió a Manuela Jamileth Flores Hernández ver a su hijo cuando recién abrían el nuevo Chipote. En esa ocasión el afectado pudo mostrarle el testículo que ella observó que tenía una pelota entre verde y amarillo “tremendamente inflamado”, dijo Cuevas.
“A mi hijo lo golpearon, está siendo torturado, mi hijo me mostró su testículo, le dañaron su testículo, logré habla con un capitán que se encontraba allí me dijo que él ya tenía la orden para que a mi hijo lo llevarán al Hospital Lenin Fonseca a sacarle su testículo, pero es a la fecha de hoy y a mi hijo no lo han atendido”, denunció la madre de Gómez.
“Lo único que saben decirme es que lo está viendo un médico las 24 horas, un médico de planta que tienen”, dijo la denunciante.
Días después cuando le permitieron una segunda visita, el martes pasado, el comportamiento de Gómez fue “él no quiso hablar, no quiso mostrarme nada, sólo volvía a ver a los policías, está como amenazado”, refirió Flores tras apuntar “a mi hijo lo están golpeando más porque él perteneció al Ejército de Nicaragua… Y a él le están diciendo que por ser del Ejército de Nicaragua es que es un traidor, que es un vende patria, que allí va a dejar los huevos en ese lugar”.
La denunciante dijo que en o los juzgados no hay aún causa contra su hijo, por lo que Cuevas manifestó que por tanto Gómez continúa secuestrado por la PO. Flores demandó que su vástago sea trasladado a un hospital y de llegarle a pasar algo responsabiliza al régimen y a su Policía.
Esto demuestra que el cambio de las instalaciones de la DAJ no significa el respeto a los derechos humanos de los que allí son conducidos.
“El verdadero cambio del Chipote, de la DAJ que quería la gente es eso que no siguieran torturando, que respetarán los derechos constitucionales al ciudadano”, sostuvo Cuevas.