Con las elecciones regionales del Caribe nicaragüense efectuadas este domingo 3 de marzo, «se ha profundizado el problema del sistema electoral».
Lo anterior lo afirma Alberto Sequeira, directivo de Ética y Transparencia, que describió una serie de anomalías observadas durante los recién pasados comicios de este 3 de marzo, cuando dijo, hubo un bajo índice de votación.
Entre las anomalías reportadas está un padrón electoral poco confiable, tinta de mala calidad, el traslado de personas en vehículos particulares y del Estado «para llevarlas a votar», sobre lo cual aseguró Sequeira, cuentan con evidencias.
Y a esto agregó presencia militar en las Juntas Receptoras de Votos. Sequeira aclara que no fue presencia normal y que en el entorno de los centros de votación «generaba una serie de temores en la población».
Por su parte, el Frente Amplio por la Democracia (FAD), recordó que desde la convocatoria de los comicios regionales, advirtió que ese proceso carecía de legalidad.
Para el FAD esas elecciones no fueron más que una «nueva farsa electoral», que ratificó la desconfianza en el poder electoral y la ruptura social expresada en abril del año pasado, con «la gran abstención».
Para el FAD esos comicios han dejado claro «el formato de colapso institucional que el régimen pretende perpetuar para sostenerse en el poder, sin importar la voluntad del pueblo».
A su vez, el FAD destaca la urgencia de efectuar elecciones libres y adelantadas, para lo cual respalda la negociación entre la Alianza Cívica y el régimen.