Unas diez comunidades del municipio de La Cruz de Río Grande, en el Caribe Sur, aún sufren por los embates del Huracán Iota en el país, que destruyó casas, levantó techos y pérdidas de cultivos sobre todo de arroz y cacao.
El alcalde Juan Ramón Espinoza, aseguró que hasta el momento no tienen el total de los daños pero alrededor de unas 1,200 viviendas quedaron sin techo y unas cincuenta resultaron totalmente dañadas, pues son construidas con madera y zinc. Pero un equipo realiza esa evaluación.
Y confirmó que sobre todo en las comunidades del sector de abajo de ese municipio, las comunidades permanecían anegadas. Por ejemplo mencionó que el único puesto de salud que había en la comunidad de Makantaka, está destruido totalmente.
Espinoza alertó sobre el peligro de que estas personas puedan enfermar debido a que el agua que consumen todos los habitantes es de pozo y están contaminados con las inundaciones. Igualmente existe el riesgo de que contraigan enfermedades respiratorias, pues muchos aún continúan a la intemperie, otros que fueron evacuados a partes más altas están bajo champas improvisadas con plástico.
Espinoza viajó el miércoles y regresó el sábado de las comunidades de Makantaka, Angloamérica, Makantakita y Betania donde verificó que “las casas estaban a la mitad de agua todavía”. Es de destacar que las comunidades de ese municipio la única vía de comunicación es por agua.
Y aunque explicó fue conformado un comité Municipal para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (COMUPRED), al que le invitaron a participar, pero fue nombrada como presidente la secretaria política del partido de gobierno “porque así les dio la gana”.
La Alcaldía que preside Espinoza, es liberal y según dijo es la única que no es afín al régimen, por lo que consideró que la invitación únicamente tenía como interés de utilizar los pocos recursos con los que cuenta la municipalidad, decidió encargarse él personalmente de la atención de los afectados.
“Estuvimos coordinando, les estuvimos dando apoyo para combustible para moverse, para estar pasando información. Pero últimamente ellos nos estaban usando solo a nosotros para estarnos sacando los centavitos para movilizarse, entonces el miércoles yo hice una pequeña inversión de unos cien mil pesitos para llevarles un arrocito, una azucarita a la gente y anduve personalmente con la gente de la Alcaldía parece que eso les molestó se separaron un poco más”, comentó Espinoza.
El casco urbano del municipio que también resultó afectado aún no cuenta con servicio de energía eléctrica ni telefónico y para hacerlo deben bajas hasta la comunidad de La Estrella, cercana a Paiwas.
