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Cinco años de impunidad de la masacre en Ciudad Antigua

Excontras recuerdan a asesinados en La Magdalena, Ciudad Antigua. Fotografía: Archivo Voces En Libertad.

Cinco años después de la ejecución cometida un 6 de noviembre del 2016 en contra de los campesinos José Nahúm Mendoza, Margarito Mendoza y Armando López en un cerro de la comunidad La Magdalena del municipio de Ciudad Antigua, en Nueva Segovia, sus familiares no han logrado encontrar justicia por sus asesinatos.    

Familiares de las tres víctimas siguen señalando directamente al Ejército y a la Policía porque presuntamente los persiguieron, los capturaron, los torturaron y después los asesinaron justamente en esa zona.

Aunque las autoridades en su momento dieron su versión de los hechos alegando que los tres habrían sido asesinados por una banda de delincuentes hondureños durante una transacción de droga, versión que sigue siendo negada por los parientes de las víctimas.

La ejecución fue perpetrada justamente cuando se realizaban los comicios electorales en todo el país, la cual fue engavetada por las autoridades de la delegación departamental del Ministerio Público de la ciudad de Ocotal, en Nueva Segovia, argumentando que el asesinato de José Nahúm Mendoza, Margarito Mendoza y Armando López había sido una pasada de cuenta de bandas vinculadas al narcotráfico procedentes de Honduras.

La madrugada del pasado viernes, familiares, amigos y antiguos excontras subieron hasta la cumbre del cerro El Mojón en las montañas de la comunidad La Magdalena, para depositar ofrendas florales e instalar nuevas cruces de madera en el sitio donde fueron encontrados los cuerpos acribillados y degollados de los tres campesinos alzados en armas en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.   

Los recuerdos llegan aún con crueldad. José, Margarito y Armando fueron asesinados con armas de fuego y sus cuerpos presentaban huellas de haber sido torturados cruelmente. 

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Seis días después de ocurrido la masacre hace cinco años los familiares y amigos subieron al cerro y todavía encontraron evidencias. Fotografía: Archivo Obrera de la Tecla.

El temor aún persiste, por eso amigos y familiares prefirieron refugiarse en la oscuridad de la madrugada y desplazarse de manera clandestina para evitar ser víctimas de ataques por parte de elementos civiles armados progobierno.

Ex contras de las zonas de guerra en los años 80 de los municipios segovianos de Ciudad Antigua, Murra, Quilalí, Wiwillí, Jícaro y del municipio madricense de San Juan del Río Coco, que estuvieron presentes en el lugar del Cerro El Mojón, sostienen que la ejecución estuvo a cargo de fuerzas conjuntas del Ejército de Nicaragua y de la Policía orteguista como represalia por haberse alzado en armas en contra de la pareja sandinista. 

Hoy se cumplen cinco años de la muerte de José Nahúm, Margarito y de Armando y hasta la fecha ni la Policía y ni el Ejército han investigado el asesinato de nuestros hermanos, a pesar de que estaban obligados a hacerlo para esclarecer los hechos. Jamás subieron al cerro El Mojón, donde fueron ejecutados a quemarropa, acuchillados en varias partes de sus cuerpos, hasta degollados y quebrados sus pies y brazos. Tampoco examinaron las vestimentas ensangrentadas, dijo uno de los que aseguró fue compañero de armas en la Resistencia Nicaragüense.  

El excombatiente en la zona de Quilalí, Javier Martínez Flores, recordó que al encontrar los cuerpos de los tres campesinos estos presentaban perforaciones de bala de arma de fuego. Eran plomo de fusil Ak y también tenían heridas de charneles de granada de mano, cortaduras hechas con bayonetas, además en la zona se encontraron guantes látex y huellas de botas de uso militar, expuso. 

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