«Aquí ya sabemos quiénes son los enemigos de la iglesia”, aseguró este lunes el secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, tras visitar la capilla de la Sangre de Cristo y patentizar su solidaridad con los sacerdotes y religiosas de la Catedral de Managua por el atentado terrorista del pasado viernes.
Carmona condenó el acto terrorista que calificó de “cobarde” y consideró que son mensajes intimidatorios “para seguir amedrentando al pueblo nicaragüense”.
Y recordó, que ese organismo ha documentado desde hace mucho tiempo los ataques a la iglesia y conocen “quienes han propiciado el vandalismo, el saqueo» .
Según dijo Carmona, él se comunicará con el Arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes a quien le transmitirá la disposición de la CPDH de investigar el hecho criminal. Esto una vez que la Policía retire a sus agentes que mantiene vigilantes en la capilla y que fueron dejados desde el pasado sábado, luego que la jefa del Instituto de Criminalística, Glenda Zavala estuviera en el lugar.
El domingo por la mañana el cardenal Leopoldo Brenes no pudo celebrar misa en la capilla porque la Policía adujo 72 horas para la investigación.
“Este acto criminal no debe quedar en la impunidad”, expresó Carmona quien no descartó que las testigos que fueron conducidas de forma violenta a la Policía, hayan sido intimidadas.