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Persistencia de la pandemia por COVID-19 en el país, incide en las bajas ventas del comercio

La pandemia por COVID- 19 mantiene su impacto  en  diferentes sectores económicos de Nicaragua como sucede con los mercados municipales donde desde hace meses los comerciantes han experimentado una baja considerable en sus ventas por la poca afluencia de compradores. 

Por ejemplo, los comerciantes del Mercado Ernesto Fernández de Masaya, aseguraron que para poder trabajar buscan a proveedores flexibles y que entiendan la situación enfrentada.

“Aquí estamos sufriendo dos tipos de pandemia, la del coronavirus y la del bolsillo. Tenemos meses que las ventas están bien bajas. A todo esto debemos sumar los pagos obligatorios de la energía eléctrica, que de hecho la tarifa va subiendo cada mes, así como los pagos de arriendo a la Alcaldía,  además de asumir la compra de productos a nuestros proveedores”, lamentó la comerciante, Haydee Argeñal.

Temor a contagio

En uno de los andenes del mercado municipal de Masaya, está la vendedora de frutas Ana Mora  quien expuso que tras el último rebrote de la pandemia las ventas han estado malas, pues la población teme acercarse a los mercados ante un posible contagio y optan por hacer sus compras cerca de sus viviendas.  

“Lamentablemente, hemos sabido de algunos comerciantes que han fallecido del Covid 19. Pero nosotros tenemos que venir a trabajar bajo la protección de Dios, aunque tomamos nuestras propias medidas de seguridad porque tenemos necesidades en nuestros hogares, no hay de otra, pero confiamos que las cosas mejoren en este cierre de año”, sostuvo Mora.

Otros comerciantes comentaron que en años anteriores la intendencia del mercado de Masaya, realizaba jornadas de limpiezas, incluso se programaba un día para cerrar el mercado y realizar fumigación. Pero, en esta semana solo ha pasado el personal del Ministerio de Salud visitando a los comerciantes para entregarles unas pastillas. 

Un problema general

Para el economista Luis Núñez Salmerón, las bajas ventas en los mercados responde a una grieta generalizada, puesto que se le añade otro factor que es el desempleo.  La población nicaragüense busca como hacer sus ahorros de los poco que puede percibir, por eso las compras están enfocadas en productos de primera necesidad.

“La pandemia ha sido un factor muy importante para que la gente no llegue a lugares tan concurridos como los mercados, que entran y salen rápidamente. Por otro lado, influye el incremento en el costo de otros rubros, como el combustible que encarece los medios de transporte y esto sube el precio a toda la cadena, ya que se deben movilizar los productos”, valoró Núñez.

A esto le añadió Núñez que el costo de la energía eléctrica y el gas licuado para cocinar también inciden en el alza de  la canasta básica, por lo que la población prioriza ciertas compras. Esto hace que el sector de productos básicos se mantenga relativamente estable, pero el resto de rubros tienden a bajar sus ventas.

“Si bien es cierto que los productos de la canasta básica en teoría están exonerados de algunos impuestos, de manera indirecta tienen que pagarlos y obviamente esto influye en el costo de los insumos para producir granos, por ejemplo. Aquí se tiene que hacer una acción combinada entre el gobierno, el sector privado y los comerciantes.  Tiene que haber una política de consenso, de equilibrio para mantener más o menos a flote la economía en general”, explicó el economista.

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