En una despedida a monseñor Silvio Báez se convirtió la celebración de la Misa Crismal en Catedral de Managua. Fotografía: Antonio Ramírez
Todos querían expresar personalmente su aprecio. Otros se conformaban con estrecharle la mano. Mientras en varios momentos de forma insistente coreaban el estribillo popular: «Silvio, amigo, el pueblo está contigo».
Momentos antes, al concluir la Misa Crismal, en Catedral de Managua, este Jueves Santo en nombre del Clero de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Boanerge Carballo agradeció el ministerio que este ha realizado.
Fotografía: Antonio Ramírez
«No he hecho otra cosa que querer servir»
expresó Báez poco después a los periodistas.
Fotografía: Antonio Ramírez
A pocos días de dejar el país como se lo ha pedido el Papa Francisco, el religioso se refirió como «vergonzoso», e «indignante», lo ocurrido este miércoles cuando la Policía del régimen una vez más, hizo despliegue excesivo de fuerza para impedir una manifestación pacífica.
No obstante, dijo, «Tengo la esperanza que Nicaragua llegue a ser libre». Pero refirió dependerá del esfuerzo de los nicaragüenses; de lo contrario «esto va a ir para largo».
Fotografía: Antonio Ramírez
Al cumplirse un año de represión Báez indicó que «el poder ha mostrado su rostro más cruel», con un saldo de centenares de asesinados, en su mayoría «jóvenes por expresar su sentir».
También lo calificó un año de esperanza porque la población «recuperó su conciencia de ciudadanía, de derechos».
Fotografía: Antonio Ramírez
«Este pueblo se merece otro tipo de gobierno», afirmó Báez quien señaló que este año también fue la oportunidad de mostrar «un rostro samaritano y profético», donde valoró que «el sacerdocio ha estado a la altura».
Sobre su partida, Báez aseguró que aunque esté lejos «aquí estará mi corazón».
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