“Cuando iba sobre la carretera voy corriendo y vinieron los paramilitares encapuchados y me dicen ‘Qué llevas ahí (en) esa bolsa?’ Yo nerviosa ni me acordaba que eran morteros y empezaron a golpearme con los puños y patadas. Me tiraron al piso y me violaron dos de los tres hombres encapuchados”, refirió una de las víctimas del régimen sometida a violencia sexual como mecanismo de tortura.
La víctima señaló: “Mientras unos me violaban el otro me apuntaba con el arma, yo sentía que quería morirme, ellos estuvieron como una hora, mientras me abusaban”.
Este fue uno de los 19 testimonios presentados en un peritaje psicosocial como parte de una investigación para ser presentado ante un Tribunal de Conciencia, que se realiza en Costa Rica e impulsado por varias organizaciones de la sociedad civil, a la cabeza la Fundación Arias, en la que demostró que en las capturas de 2018, el régimen Ortega Murillo utilizó la violencia sexual como mecanismo de tortura.
Otra víctima de tortura sexual relató, que “ahí uno miraba tantas cosas, nosotros presenciábamos como violaban a las chavalas, a unos lo ponían de frente y les cortaban tal vez un dedo, los amputaban, les quitaban las uñas o les metían cuestiones dentro del ano uno (…) usted podía ver a través del vidrio lo que le estaban haciendo a los chavalos. entonces como quien dice ‘si vos no hablás, entonces te va a pasar lo mismo”
Además, las investigaciones demostraron que el régimen utilizó la tortura psicológica, como amenazas para hacer daño a familiares o, amigos. Por ejemplo, el peritaje demostró que a una de las víctimas les mostraban fotos de sus hijos para hacer más reales sus amenazas.
Muchas de estas víctimas han sufrido desplazamiento forzado, donde también se enfrentan a la discriminación, mientras otros aún permanecen en Nicaragua.
Cadena de mando empezó con Ortega, Murillo y Díaz
En tanto el peritaje sobre la cadena de mando que presentó el mayor en retiro Roberto Samcam, determinó que en las órdenes de secuestro la responsabilidad empieza por Daniel Ortega y Rosario Murillo, la que se extiende a jefes policiales, como Francisco Díaz, así como secretarios políticos del partido de gobierno, alcaldes ,diputados oficialistas y funcionarios de gobierno.
El peritaje, realizado con 20 testimonios, determinó que todo inició con la orden de “vamos con todo”, por Ortega y Murillo, la que dijo Samcam “fue cumplida de manera implacable” por estructuras subordinadas, y que son crímenes calificados como de lesa humanidad, con patrones definidos y del conocimiento de la cadena de mando.
Las capturas fueron perpetradas, dijo Samcam, sin órdenes judiciales, por lo que califica como secuestro y luego conducidos a delegaciones policiales o a centros clandestinos. Allí todos obligados a desnudarse en presencia de captores y de otros capturados como una forma de humillarles.
A su vez, las víctimas, fueron Interrogadas utilizando diferentes medios de torturas para arrancar confesiones, como golpes, patadas, extracción de uñas y de piezas dentales, aplicación de choques eléctricos entre otros.
De acuerdo al peritaje presentado por Samcam los perpetradores violaron 19 artículos de la Constitución Política, la Policía sancionada por Estados Unidos, no solo violentó el artículo 97 de la Carta Magna, sino que otros seis artículos de la Ley 872, Ley orgánica de esa institución .
Y en esa cadena de mando están algunos miembros de esa institución que este miércoles serán ascendidos en el acto de fundación de la Policía, como Juan Valle Valle y Pedro Rodríguez Argueta entre otros. Samcam hizo hincapié en el subdirector Adolfo Marenco, quien es el jefe de inteligencia y secretario político del partido oficialista en las filas policiales.
El perito recomendó que sea creada una comisión internacional de la verdad que investigue los crímenes cometidos, iniciar procesos judiciales a nivel nacional e internacional contra funcionarios implicados, así como que sea creado un centro de atención integral a las víctimas y que sea clausurado el Chipote y sea convertido en el Museo de la Memoria Histórica contra la Impunidad.