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¿Bajo qué tipo de chantajes sometió el régimen al Viper?

Cristian Josué Mendoza Fernández, alias “El Viper” – Tomada de Policía Nacional

En junio del 2018 la Policía Orteguista (PO), utilizó a Christian Josué Mendoza, alias El Viper para sostener una supuesta hipótesis de la existencia de una supuesta agrupación delincuencial vinculada al narcotráfico, terrorismo, asesinato y otros delitos para implicar al director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas (IEEPP), Félix Maradiaga.

Después de meses de encierro, El Viper está enfermo, sufre de depresión profunda y ha aumentado de peso que podría alcanzar las 350 libras, ha sufrido desmayos y caídas y durante meses un médico le ha suministrado medicamentos para dormir y antidepresivos sin que le haya realizado exámenes médicos, según denuncia que hicieron llegar los presos políticos de La Modelo.

De acuerdo a la denuncia de los presos políticos la vida de El Viper, corre peligro por la indiferencia y el mal trato recibido.

Utilizado para amenazar a otros presos políticos

Los denunciantes señalan que El Viper está recluido solo en una celda de la galería 300, de Máxima Seguridad, donde el calor es insoportable y de acuerdo a información obtenida por el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, es utilizado por los carceleros para amenazar a otros presos políticos de enviarlos a su celda, cuando ellos consideran han incurrido en indisciplina.

Cuevas dijo que la CPDH ha conocido por presos políticos excarcelados que este permanece solo porque si le ingresan a otro acompañante en la misma celda “lo estrangula”.

Ellos señalan que El Viper “ya presenta una condición psiquiátrica” y no tiene atención especializada.

Cuevas calificó como “una negligencia” de parte de los custodias de la cárcel quienes incurren en delito “porque están vulnerando derechos constitucionales y humanos”, sostuvo Cuevas.

El defensor de derechos humanos consideró que El Viper, debe ser valorado por un psiquiatra, pero de manera objetiva, pues “todos sabemos que las valoraciones forenses no son objetivas porque tienen un fin hacerle la comparsa de lo que le conviene al régimen”, indicó Cuevas.

Y si no tiene condiciones para seguir en la cárcel la ley manda para que le den otro tipo de régimen o que sea valorado si podría ser internado en el hospital psiquiátrico.

En un inicio la familia pidió acompañamiento de la CPDH y después se retiraron y nombraron un defensor afín al régimen, dijo Cuevas.


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