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Integrantes de la llamada banda “Los Aguadores” beneficiados por la CIDH con medidas cautelares

LA CIDH solicitó al Estado de Nicaragua adopte las medidas necesarias para garantizar los derechos a la vida, integridad personal y salud tanto de Amaya Coppens como el resto de integrantes de este grupo arrestado desde el pasado 14 de noviembre, por llevar agua a las madres de presos políticos que en ese momento iniciaban una huelga de hambre en la iglesia San Miguel, de Masaya.
También plantea la CIDH al Estado de Nicaragua “asegure que sus condiciones de detención son compatibles con los estándares internacionales aplicables en la materia”. Al tiempo que le refiere al régimen que en 15 días debe informar sobre la adopción de las medidas cautelares acordadas y actualizar la información de forma periódica.

Condiciones de detención

Amaya Coppens por ejemplo se encontraría en una celda de castigo aislada del resto, donde hay dos camarotes de concreto con un colchón de tela cada uno, con tanto moho que le provocó un ataque de asma por la noche.
El 3 de diciembre una funcionaria habría agarrado a Coppens por el cuello para reintroducirla en una celda y posteriormente la golpeó, por supuesta represalia porque había contado a sus padres sobre las condiciones de detención y la falta de tratamiento médico durante dicha visita.
El resto permanece en celdas pequeñas de cemento, sin colchones o almohadas habiendo permanecido todo el tiempo ahí salvo con ocasión de la audiencia preliminar y durante las visitas .
A todos ellos lo les han permitido salir a espacios abiertos a tomar aire o sol, la luz de sus celdas sigue encendida continuamente lo que no les permite diferenciar el día de la noche, o descansar, conoció la CIDH, según solicitud remitida por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Además en las celdas del nuevo Chipote a los detenidos les hacen requisas dos a tres veces al día, en ocasiones no les entregan una de las comidas, como ocurrió el 2 de diciembre, cuando no tuvieron cena.
Y cuando “sí reciben comida los guardias la tiran al suelo, la aplastan, la pisan y la manosean delante de ellos antes de servírselas”.
Solo les permiten tener un litro de agua que les debe durar dos a tres días, la que es sucia y de mala calidad, lo que les ha provocado diarrea. No cuentan con papel higiénico ni productos de aseo personal, y sus uniformes no habrían sido lavados desde que llegaron. Tampoco les entregan las medicinas que les dejan sus familiares.
A la CIDH le hicieron llegar relatos detallados de agresiones o amenazas y las circunstancias en las que se habrían producido.
“Los guardias también habrían amenazado a una detenida con violarla o con matarla e interrogada en repetidas ocasiones al menos a cuatro de ellos de forma violenta intentando extraerles información so pena de desaparecer y lastimar a sus familiares bajo insultos, gritos y otras formas de intimidación”, refiere el documento de la CIDH.

Agredidos y enfermos

La CIDH conoció que varios de ellos presentan heridas provocadas por las agresiones supuestamente sufridas durante la detención. Coppens por ejemplo, tendría golpes en un brazo y costado derecho y algunos dedos inmovilizados.
Olga Valle, Jordan Irene Lanzas, y Wilfredo Brenes igualmente sufren dolencias en los brazos y manos, y fuertes dolores en las vértebras.
María Margarita Hurtado habría sido golpeada en la boca, Ivania Álvarez habría sido agredida dos veces en el rostro por parte de un policía cuando esta gritó: ¡Viva Nicaragua libre!.
En el caso de Derlis Hernández y Amaya Coppens sufren de hipertensión, José Medina problemas de ansiedad, Neyma Hernández hipertiroidismo y problemas cardíacos, hace un mes habría sido ingresada por una parálisis facial, Roberto Buchting permaneció cuatro días con fiebre y gripe, hasta que le vieron muy mal le permitieron ver a un médico, Wendy Juárez habría vomitado sangre durante la audiencia producto de una hernia, y seguía sin recibir tratamiento adecuado.
Hansell Quintero con amigdalitis, únicamente habría recibido antibióticos, Atahualpa Quintero con antecedentes de depresión su salud puede agravarse por las condiciones actuales.
La CIDH señala que aunque el 26 de noviembre solicitó información al Estado de Nicaragua a la fecha no había recibido respuesta.

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