Al menos 13 indígenas fueron asesinados, otros ocho heridos y dos secuestrados durante el recién pasado año en ataques de colonos a sus territorios, según un informe entre el Observatorio para la Protección de los Derechos Humanos, el Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (CEJUDHCAN), Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (CALPI) y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
Esto es parte de la violencia que ha envuelto a los indígenas, en especial del Caribe Norte, a la cual han resistido desde 2011 y que según registros de CEJUDHCAN ha dejado al menos 49 indígenas misquitos fallecidos, 46 secuestrados y cuatro desaparecidos.
Y a causa de la violencia enfrentada alrededor de un mil misquitos sufren por el desplazamiento forzoso en otras comunidades y cabeceras municipales, así como en comunidades fronterizas con Honduras.
“Estos actos son cometidos por actores no estatales bajo la aquiesciencia estatal (…) que no investiga los hechos”, refiere el informe.
Además, el informe recuerda que CEJUDHCAN también ha denunciado una grave inseguridad alimentaria entre los indígenas tras haber sido privados de sus tierras y medios de vida, “generando un inminente etnocidio, por el exterminio que están sufriendo estos pueblos indígenas de Nicaragua”.
“Las comunidades y personas defensoras de los derechos indígenas mayangna y mískitu se encuentran sometidas a constantes amenazas por parte de grupos de personas no indígenas (colonos) quienes incursionan en tierras indígenas con el objetivo de desplazar a la población de manera forzosa y ocupar sus tierras para llevar a cabo actividades ilegales de minería, siembra de marihuana, ganadería y tala de madera”, indica el informe.
En el marco de estas agresiones, destaca un patrón de ataques deliberados contra los medios de subsistencia de las comunidades, incluidos sus recursos naturales, medios de transporte, bosques, ganado y sus cosechas. Todo esto evidencia la voluntad de los atacantes de provocar su desplazamiento forzoso, refieren estas organizaciones.
Medidas urgentes
El Observatorio, el CENIDH, CEJUDHCAN y CALPI urgen al Estado de Nicaragua que adopte de manera inmediata las medidas más apropiadas para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de las personas y comunidades defensoras de los derechos indígenas mayangna y mískitu de la cuenca del Rio Coco (Wangki) y de la Reserva de Biosfera Bosawás.
Así como la realización de investigaciones independientes, inmediatas, exhaustivas e imparciales en torno a los asesinatos, ataques a la integridad física, amenazas y desplazamientos forzados de los comunitarios indígenas con el fin de identificar a los responsables materiales e intelectuales para que sean llevados ante un tribunal competente, independiente e imparcial.
Igualmente demandan que de manera inmediata le ponga fin a todo tipo de ataques, actos de hostigamiento, amenazas e intimidación contra las personas y comunidades defensoras de los derechos indígenas mayangna y mískitu de la Reserva de Biosfera Bosawás, mediante el desmantelamiento y el desarme inmediato de todos los grupos e individuos no indígenas que actúan en el territorio.