El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más demandó el cese de la represión, la libertad inmediata de todos los presos políticos y, el restablecimiento de los derechos humanos, para que pueda el país encaminarse a buscar una salida a la crisis sociopolitica enfrentada.
«Por cuanto la amenaza de los fusiles en manos de las fuerzas represivas y los escuadrones de paramilitares, constituyen una nefasta realidad», expresa ese colectivo desde el exilio.
Los defensores de derechos humanos que integran ese colectivo consideran, que mientras no sean desmanteladas las estructuras que han cometido crímenes de lesa humanidad y represión sistemática, cualquier negociación «será una ilusión».
A su vez, temen que esa negociación sea utilizada por el regimen como maniobras «para ganar tiempo, evitar sanciones y conservar el poder ilegítimo en la más absoluta impunidad, violando así el derecho de las víctimas».
Recuerdan que el régimen mientras habla de reconciliación y paz ha intensificado la represión, pues persisten las detenciones de jóvenes en diferentes localidades.
La represión del régimen ha dejado al menos 325 muertes, indeterminada cantidad de desaparecidos, miles de detenidos, de los cuales mantienen a más de 700 en condición de presos políticos, sometidos a todo tipo de malos tratos, torturas y a procesos arbitrarios, refiere ese colectivo.
Los defensores también expresan el compromiso de estar atentos a documentar las graves violaciones a los derechos humanos en las cárceles del país.
Respaldan a Universitarios
Por su parte ciudadanos que se identifican como socialcristianos integrados en la Unidad Nacional Azul y Blanco, a través de un pronunciamiento respaldaron la posición de la Coalición Universitaria de no asistir a la Mesa de Negociación entre las delegaciones de la Alianza Cívica y el régimen, mientras no hayan condiciones.
Señalan que siguen apostando «a un diálogo serio y de buena fe que busque la solución a nuestra grave crisis, diálogo que pasa por la liberación de todos los presos políticos, la restauración de la libertades, el cese de la represión, y el anuncio de una fecha para elecciones libres adelantadas».
A su vez, estos ciudadanos aglutinados en la Unidad Nacional urgen la presencia en el diálogo de testigos y mediadores idóneos como los Obispos de Nicaragua, y garantes como las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).