Fotografía cortesía ANPDH
La Asociación Nicaragua Pro Derechos Humanos (ANPDH), hizo un llamado al régimen Ortega Murillo a que permita el ingreso a su país a 48 nacionales, entre ellos menores de edad, que aún permanecen abandonados en Paso Canoas, Panamá.
Luego de que el fin de semana pasado las autoridades migratorias del puesto fronterizo de Peñas Blancas mantuviera por varias horas retenidos a más de 120 nicas, el Gobierno de Costa Rica restringió la movilidad de los nacionales que aún quedaban en Paso Canoas, entre Panamá y Costa Rica, hasta tanto no haya una confirmación del régimen que permitirá el acceso a su país.
Álvaro Leiva Sánchez, representante legal de la ANPDH en Costa Rica, expresó preocupación en relación a la crisis de los migrantes nacionales que durante la pandemia del COVID-19, han quedado abandonados a su suerte por parte del régimen que ha impedido que puedan retornar a sus hogares.

Leiva Sánchez mencionó además, los casos de otros 160 migrantes en la Isla de Gran Caimán, y de 90 en Alta Mar, que han urgido al régimen les deje entrar a su propio país y los ha ignorado, y a quienes indicó con esta actuación les violenta sus derechos humanos y en especial el artículo 31 de la Constitución Política de Nicaragua.
Los casi 50 nicas permanecen desde la noche del jueves en ese sitio, donde han estado en la intemperie en las fronteras durmiendo en el suelo, sin alientos y recursos. Actualmente han sido conducidos a un galerón.
Marvin Amaya, uno de los voceros del grupo, expresó a ANPDH que Migración de Costa Rica les explicó que permitirán el tránsito por su territorio hasta que Nicaragua les confirme que les permitirá el ingreso.
Leiva Sánchez llamó a los gobiernos de Panamá y Costa Rica, que han actuado de manera responsable, a que garanticen el respeto al derecho y a la dignidad de los nacionales en sus territorios.