Opinión

Las líneas rojas


Por Roberto Samcam


Me había prometido no escribir hasta ver los resultados del día 28, fecha límite que se habían impuesto en la mesa de negociaciones, aunque a decir verdad, se había planteado su posible extensión en caso de no llegar a acuerdos. Y esta promesa era fundamentalmente porque soy enemigo del “Fuego Amigo”, tan de moda en las redes sociales hoy en día.

Todos queremos que Ortega se vaya ayer, sin embargo fácil es decirlo, pero otra es que esto se haga realidad de la noche a la mañana. Estamos en un proceso de negociación, que a muchos no les gusta por a, b, c,…z razón, sin embargo es lo que hay. Estamos claros, cada día hay más evidencia, de que existe otro proceso más arriba, que es donde se estarían tomando las decisiones fundamentales, entre los Estados Unidos y Ortega, pero es en la mesa de negociaciones de la ACJD donde, creo, se estaría operativizando lo que se acuerde en la otra negociación. Y no deberíamos asustarnos de esto, o es que alguien piensa de que Ortega iba a entrar a este proceso sin las presiones de afuera, fundamentalmente la de los norteamericanos y los europeos y sin ellos estar discutiendo su salida?

Desde hace meses había evidencias concretas de que el régimen buscaba una salida negociada a la crisis, pero con actores internacionales, igual que ocurrió en Sapoa en 1989, pues luego del cerco de todos los actores importantes externos a su gobierno, nadie, ninguna organización dentro del país, puede garantizarle impunidad, no extradición o seguridad a él, su familia y el capital acumulado durante estos años de saqueo al país. Nadie, únicamente los gringos y los europeos. Por consiguiente, esperó a que estuvieran maduras las condiciones para iniciar lo que ya está caminando.

Explicado esto, analicemos un poco hacia atrás para saber de dónde viene este proceso actual de negociación y así ubicarnos en cuanto a la presencia mayoritaria de un sector. En el mes de enero de este año, más concretamente el martes 8, se realizó en el INCAE el Foro Empresarial y Profesional denominado “Perspectivas y Decisiones 2019”, en la cual participaron 103 empresarios y profesionales, en el mismo se suscribieron tres acuerdos:

1.- Fortalecer la organización empresarial, representada por todos los sectores.

2.- Crear condiciones para una negociación nacional magnánima y con sentido de patria, con pocos actores, pero con representatividad, confianza y prestigio.

3.- Trabajar en el establecimiento de la negociación, agenda, normativas, procedimientos y contar con la ayuda de expertos. Ahí nació, de la mano de los empresarios, el proceso actual de negociación. Por eso es que fue el Gran Capital, acuerpados por el Nuncio Apostólico y el Cardenal Brenes, quienes se reunieron con Ortega el 16 de febrero, para ponerle nombre y apellido a esto que estamos viviendo hoy en día. Recordemos que los Estados Unidos habían enviado el 22 de Enero a dos emisarios para exigir el final de la crisis mediante elecciones adelantadas. Y luego de esta visita, llegaron los eurodiputados, a fortalecer la idea de la salida de Ortega en un proceso de negociación. Ambas delegaciones plantearon plazos fatales: el 28 de Febrero. Y Ortega hizo el llamado a las Negociaciones el 22 de Febrero, para que estas iniciarán el 27 de este mes, un día antes del plazo planteado por gringos y europeos. Coincidencias de fechas?

Ya instalada la mesa y en un intento de ganar tiempo, evidentemente por los intereses encontrados de ambas delegaciones, la Hoja de Ruta tardó casi un mes en fijarse. Y todos protestaron por el tiempo transcurrido solo para poder llegar a esto, para muchos, tan simple. El problema es que no nos hemos puesto a pensar que lo que se le está pidiendo a Ortega es la entrega del poder, que se vaya del país en el peor de los casos o entre a la cárcel, el, su mujer, sus hijos, sus socios y adláteres, los altos mandos policiales y del ejército, todos los paramilitares, etc. sin la correlación de fuerzas del 89, por ejemplo. Y lo que tenemos hoy por hoy en el país es un virtual Estado de Sitio, paramilitares ejerciendo labores policiales y reprimiendo al pueblo, la amenaza de más secuestros por parte de estos, con escasos medios de comunicación independientes, entre otras desgracias. Así las cosas, de quien estamos dependiendo fundamentalmente para obligar a Ortega a sentarse a negociar? De la presión internacional. La fuerza en las calles es limitada, por mucho que queramos sobredimensionarla. Es pequeña, pero no quiere decir que potencialmente sea un monstruo dormido y Ortega lo sabe, por eso no da tregua ni respiro a cualquier intento de tomárselas nuevamente.

Ahora bien, con este panorama, que es lo que se ha hecho? A pesar del pesimismo y el bendito fuego Amigo en las redes, se ha logrado lo que hace meses era impensable:

Primero: Un acuerdo de liberación de los secuestrados políticos. Por mucho que Ortega le dé largas al asunto, con todo y que no nos gusten los 90 días, por más que los vocingleros del régimen digan otra cosa, tendrán que soltarlos. No les queda de otra. Tratará de extender al máximo los plazos, para que su ganado no se le desparrame. No solo tiene que bregar en contra del cerco y las presiones internacionales, su mayor preocupación es que su gente no se le vaya, de eso depende su vida, su futuro político en el corto y mediano plazo. Por eso Moncada, por eso Wilfredo Navarro, por eso Pastora, tratar de animar a la parroquia orteguista, aunque saben que están engañándolas, pero tratan de ganar unos cuantos días, para poder hacer las asambleas donde expliquen que el comandante sigue siendo sabio, que el comandante sabe lo que está haciendo, que el comandante está pensando en ellos y no los dejará colgados. Pero también tratará de alargar los plazos, llegar si es posible al día 90 con los últimos secuestrados, pues sabe que la oposición enfilará sus cañones no hacia él, sino hacia la ACJD, lo que le dará margen de ganancia en el siguiente paso, las elecciones.

Segundo: Un acuerdo a punto de firmarse, de elecciones adelantadas. Y nuevamente, es lo que le han exigido los norteamericanos y los europeos como mecanismo de salida. Y tratará de estirar al máximo las fechas, pero tendrá que aceptarlas. Quizás proponga Noviembre del próximo año, para poder llegar a Junio, sin embargo, me informan que en las asambleas que a la carrera están montando en todo el país, el tema de agenda es precisamente que tienen que prepararse para las elecciones del próximo año, hablando de antes de Junio. Luego de venderle a sus bases un discurso triunfalista durante tantos meses, cambiarlo de un día para otro con uno de derrota es el problema, hay mucho desconcierto, desconfianza y temor entre ellos. Luego de las comparecencias de la doña todos los días, hablando de un país que no existe, de una normalidad que únicamente la ven ellos, de victorias económicas, de triunfos políticos, de haber aplastado a los diabólicos golpistas, etc., cambiar ahora el discurso y aceptar entre líneas que tendrán que dejar el poder, no debe ser fácil para ellos, pero ese es su problema, no el nuestro, ni el de la ACJD.

Por eso, el día de ayer, jueves 28 de Marzo, la ACJD estableció Líneas Rojas, que en buen cristiano significan los límites de lo que no se está dispuesto a aceptar y precisamente, son dos: la no salida de todos los secuestrados políticos y la no firma de las elecciones adelantadas. Solo esperamos que estas se cumplan y no sea como cuando se dijo que mientras no salieran todos los secuestrados políticos no se volvería a la mesa de negociaciones y tres días después volvieron. Con el mensaje dado el día de ayer, renuevo mi confianza en la ACJD, no nos queda otra opción, debemos fortalecerla y acuerparla, Ortega cuenta con que no lo haremos y seguiremos torpedeándola y denigrándola, que no es lo mismo que criticar y señalar.

Veremos el 3 de Abril que pasa.

El autor es militar en retiro y analista político


1 Comment

  • Ariana marzo 30, 2019

    Pienso que don Roberto se ha expresado muy blandengue. Habló mucho y dijo poco. Hubiese utilizado una palabra que ya no podemos pronunciar: PACIENCIA. Qué hay de la JUSTICIA, con quién se está negociando? Desarme de sicarios, mercenarios, policía, ejército y otros? Reestructuración de todo el ESTADO? Siempre lo leo, pero hoy, creo que tendré que tomar un digestivo, porque esto me cae como piedra. Me sonó a Mons. Brenes o el Nuncio.

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