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La muchacha indígena, que alzó su voz, en contra el Estado de Nicaragua. ​

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Becky McCrea

La muchacha indígena, que alzó su voz, en contra el Estado de Nicaragua.

Salimos como siempre de madrugada, viajamos en cayuco, a lo lejos se asomaba Bluefields, en eso empezó un aguacero muy fuerte, me mojé toda, tuve miedo de que nos hundiéramos, pero logramos nuevamente, llegar con bien. Me cambié la ropa mojada y caminé hasta la universidad. Justo a tiempo para iniciar la primera hora de clase”, Becky recuerda esta escena, vivida en su tiempo, como estudiante universitaria.

Mujeres extraordinarias del caribe

Por Ileana Lacayo, Kalúa Salazar y Jesús Salgado

Becky Mcrea Urbina, tiene cuarenta años de edad. Se formó como enfermera profesional y como licenciada en derecho, luego se incorporó como abogada y notaria pública. Durante gran parte de su adolescencia y juventud, tuvo que viajar en cayuco desde Rama Cay, para estudiar, trabajar y hacer gestiones en Bluefields.

Rama Cay, es un islote, ubicado al sur de la Bahía de Bluefields. Está a quince kilometros de la Ciudad de Bluefields. Es el principal asentamiento del Pueblo Indígena Rama. 

Según el censo del Gobierno Territorial Rama Kriol del año dos mil seis, en Nicaragua habitan un poco más de 1,600 ramas, constituyendo el Pueblo Indígena más pequeño en cuanto a población. Comparten con los Kriol, un territorio de 4.068 km2 de tierra y 4.413 km2 de mar, al sur de Bluefields, la capital del Caribe Sur de Nicaragua.

En este territorio, se ha pretendido desarrollar grandes proyectos de país, como el Canal Interoceánico y Puerto de Agua Profunda. Las gestiones de estos dos proyectos, han desatado una interminable migración de colonos o terceros al territorio y los gobiernos de turno, han tomado decisiones, sin realizar la consulta previa e informada de los Rama, tal cual mandata la ley de Autonomía o Ley 28, que rige en las dos Regiones Autónomas de Nicaragua.

Becky, tiene el mérito de ser la primer mujer Indígena Rama, en graduarse en derecho. Tiene dieciséis años de trabajar en la defensa y organización del Territorio Rama Kriol, luchando por el derecho al territorio ancestral y a la conservación del bosque, de su Pueblo.

“Cuando veo para atrás, todo lo que he recorrido y me ha pasado, me siento satisfecha, ya que nunca imaginé que, la muchacha indígena en cayuco, pudiera un día llegar a Naciones Unidas, para defender los derechos de mi Pueblo”,

Becky McCrea

En el año dos mil dieciocho, participó en el Foro Permanente de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes, celebrado en Estados Unidos, junto a un equipo de mujeres. Presentaron un informe contra el Estado de Nicaragua, por múltiples atropellos a los procesos de saneamiento de tierras indígenas, violencia paraestatal contra defensores indígenas y comunidades indígenas, entre estos: asesinatos, secuestros, violencia sexual y desplazamiento forzado de comunidades enteras.

A sus 40 años, tiene un sólido recorrido y reconocimiento como defensora de derechos humanos de la población indígena Rama de Nicaragua, es fundadora y miembro de la junta directiva de la Asociación de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Nicaragua (APIAN).

Durante cinco años, se desempeñó como defensora pública en materia de familia.  Actualmente, acompaña a las comunidades del sureste del territorio y la Reserva Indio Maíz, en el proceso de saneamiento de los territorios del Gobierno Territorial Rama y Kriol (GTR-K).

“Cada dos meses, recorro comunidades ubicadas en el sureste del país, que son parte del territorio indígena Rama. Conozco de primera mano, todo el desastre ambiental y avance de colonos a zonas de reserva, todo a vista y complicidad de autoridades que incluye al ejército…”

Becky McCrea

En septiembre del año 2020, junto a un equipo del Gobierno Territorial Rama Kriol (GTR-K), realizaba una gira de monitoreo en la zona de reserva de Indio Maíz, cuando, miembros del ejército, llegaron al lugar donde tenían una reunión e intentaron detenerlos, llevándose hasta la estación policial de Sábalo, al presidente de GTR-K Teodoro Jaime MCrea.  

Así de hostil es la realidad donde se maneja Becky. Ha enfrentado despidos, expulsiones y cierre de puerta en instituciones del Estado, pero también, el machismo y discriminación racial, pero nada la ha detenido.

“Si uno cree que está haciendo lo justo, lo siente en el corazón. No hay obstáculo que valga, para seguir siendo una defensora a tiempo completo, de los derechos humanos”. 

Luego de la crisis sociopolítica que vive el país a partir del año 2018, dominada por la violación a los derechos humanos, ella fue víctima de calumnias y campañas de difamación, por parte de funcionarios y simpatizantes del gobierno. “Iniciaron con el rumor que había una acusación en mi contra, en un juzgado, por ser la principal responsable de venta de terrenos en territorio indígena Rama”. Mucha gente empezaba a dudar, pero eso no la detuvo y aprovechó cada asamblea y reunión en las comunidades, para desmentir el rumor y denunciar a sus atacantes.

En las comunidades indígenas, también se han implantado modelos machistas de exclusión. “Aunque tengo dos carreras universitarias, he tenido que trabajar y esforzarme el doble o triple, para lograr reconocimiento y espacio entre las autoridades comunitarias, donde la mayoría son hombres”, confiesa Becky.

Ella, admira y aprende de grandes mujeres juristas, que defienden derechos de Pueblos Indígenas, entre ellas la Doctora María Luisa Acosta y la Doctora Lottie Cunningham, con las cuales ha compartido espacios en eventos internacionales y nacionales. “Sin embargo, hay una persona con la cual aprendí mucho y es el doctor Pedro García Perico, un reconocido abogado español que nos acompañó en la fundación del Gobierno Territorial Rama-Kriol”.

“Un día, quiero que, en la historia de mi comunidad, me recuerden como Becky Mcrea, la madre, profesional, lideresa, defensora y amante de su identidad indígena y la naturaleza, una valiente y poderosa hija del Pueblo Rama«, lo dice segura y con firmeza.

Becky disfruta de vivir aún, en su comunidad Rama Cay, donde convive con su familia y aprovecha para pescar y cocinar.

“Su historia de superación y trabajo, ha inspirado a sus hermanas y hermanos. El año pasado, Baryney se graduó como médico y cirujano a los treinta y siete años, teniendo el mérito, también, de ser el primer galeno Rama…”


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