Importantes avances ha alcanzado la construcción del Santuario Diocesano de la Virgen María de Cuapa, y como parte de las mismas a finales de enero pasado quedó concluido el techado. El sacerdote de San Francisco de Cuapa, Chontales, Almer Moncada Bravo, espera que para el próximo mes de mayo cuando celebren el 43 aniversarios de las apariciones de la Virgen al vidente Bernardo Martínez, esté terminado el presbiterio y en funciones, la capilla del Santísimo.
La intención del desarrollo de estas obras es de que la feligresía que cada año peregrina a este lugar a pagar alguna promesa por favores recibidos tendrá mejores condiciones, por ejemplo; servicios higiénicos y un sistema de agua potable eficiente, expresó el sacerdote.
Los trabajos iniciaron desde 2020, no obstante, el sacerdote aclaró: “Nosotros no nos hemos puesto plazo porque estamos en dependencia de la caridad, de la ayuda de las personas. Si tenemos fondos continuamos con la obra, si no tenemos fondos paramos la obra, o sea, no nos regimos a tiempos”.
Espacio digno y sin riesgos
Moncada Bravo explicó, que la nueva infraestructura que erigen no es para darle un “mejor estatus al Santuario sino, darle un espacio digno al lugar donde se manifestó nuestra madre santísima”. Además, que obispos y sacerdotes tengan la oportunidad de celebrar una homilía sin correr el riesgo de accidentes por la tarima que se acondicionaba en el presbiterio cada año.
“Espero que con la nueva infraestructura no ocurran las circunstancias que se dieron años atrás. Todos recordamos cuando se cayó un sacerdote de la tarima y primeramente (Dios) eso no vuelva a suceder, de igual manera, los fieles puedan vivir el espacio litúrgico que se ofrece con la mayor devoción, por eso, insisto mucho en el orden y el sacrificio”, comentó el religioso.
Por su lado, la profesora Lesly del Carmen López Martínez, integrante del Consejo Parroquial de Cuapa, dijo, que la ejecución del proyecto ya era una necesidad, porque desde la aparición no contaban con la seguridad para guardar, por ejemplo, el Santísimo Sacramento y otros artículos religiosos.
Las obras permitirán mayor amplitud para alojar a mayor cantidad de peregrinos que llegan de diferentes partes del país en los días de más concurrencia, como son el 7 y 8 de mayo. Además, considera López Martínez, que es una construcción bastante segura. “Estamos agradecidos por el aporte económico de la feligresía católica”, dijo.
Una de las preocupaciones que persisten es el desorden que provocan los vendedores quienes se ubican a la orilla del camino que conduce al lugar de las apariciones y muchas veces impiden el acceso de la feligresía.
“A mí me da mucha vergüenza, porque cuando uno reclama los espacios que le pertenecen a la feligresía, los comerciantes me han sacado a bailar a mi (madre) por la mañana, al mediodía y la noche. El sector de las apariciones no es un lugar de feria y entiendo que ellos (los vendedores) están luchando por sus vidas y por ganarse unos centavitos, pero todo se debe hacer en el marco del respeto y el orden”, llamó el religioso.
Colaboración de Voces En Libertad.