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“La amnistía te sacó de la cárcel, pero no te va a sacar del panteón”, los mensajes de odio que recibe Medardo Mairena


Este 13 de julio el líder campesino Medardo Mairena cumple un año que fue capturado de forma arbitraria por funcionarios del régimen Ortega Murillo en el Aeropuerto Internacional cuando junto con el también integrante del Movimiento Campesino, Pedro Mena, pretendían viajar a Estados Unidos.

Once meses después de haber permanecido en las cárceles del régimen, el coordinador del Consejo de Defensa de la Tierra, mostró preocupación por la situación encontrada en el campo a causa de la represión, que llevó a muchos productores a exiliarse y sus propiedades quedaron abandonadas, otros aún están huyendo a lo interno del país. Mairena advirtió que esta situación provocará escasez en la producción e impactará en el precio de la canasta básica.

Tras un mes de haber sido excarcelado por el régimen bajo la llamada Ley de Amnistía, Mairena ha podido reencontrarse con su familia y amigos. Pero también desde el Movimiento Campesino ha emprendido encuentros con otros sectores.

Explica que para el Movimiento Campesino la prioridad es la libertad de los presos políticos y el tema de la justicia “que todos sabemos cuántos hermanos han ofrendado su vida por ver una Nicaragua libre, exigir justicia por ellos, la libertad de prensa y movilización que son tres factores muy importantes”.

En el corto tiempo de haber logrado su libertad Mairena no ha dejado de recibir amenazas de odio a través de llamadas telefónicas anónimas o mensajes de texto, por parte de seguidores del régimen.

¿Te sentís asediado?

Por supuesto aquí no hemos tenido la libertad para podernos reunir con nuestras familias, nuestros amigos porque siempre de repente, recuerdo en una ocasión que quisimos reunirnos todos los excarcelados en un hotel y de repente la Policía llamo al dueño del hotel diciendo que la reunión que estábamos haciendo no estaba bien para Nicaragua, (que) deberían de decirnos a nosotros que abandonáramos el lugar, y si no que iban a llegar por nosotros.  Y el dueño hotel se puso nervioso y pues tuvimos que abandonar el lugar, pues son cosas que para nosotros es parte del mismo asedio. Obviamente las amenazas constantes, que de repente te hacen llamadas, mensajes diciendo la amnistía te sacó de la cárcel, pero no te va a sacar del panteón, esas amenazas siempre son constantes, entiendo lo que el régimen quiere es seguirnos amedrentarnos, la verdad es que él cree que se va a quedar solo en Nicaragua, nosotros somos nicaragüenses estamos claros de la importancia de nuestra lucha a la cual no estamos dispuestos a abandonar

– ¿Qué tan constantes son las amenazas?

Son constantes. Por otro lado hasta este momento el régimen no me ha entregado mis  documentos, cosas, como son mi pasaporte, mi cédula, mi teléfono, maletín, yo lo considero como una violación más a mis derechos constitucionales, porque el Movimiento Campesino ha venido denunciando el asedio, las violaciones a los derechos humanos, siempre hemos funcionado como defensores de derechos humanos y  el hecho de no darme los documentos por el hecho de representar a un amplio sector en Nicaragua es una violación al Movimiento Campesino también; para que no podamos salir fuera de Nicaragua a denunciar las cosas que ha venido haciendo el régimen en contra de los campesinos y en contra dl pueblo nicaragüense.

– ¿Desde tu perspectiva, Cuál es la meta, para el Movimiento Campesino en esta lucha?

La meta para nosotros obviamente ha sido la derogación de la Ley 840, (…) nosotros en este momento estamos fortaleciendo las bases, los liderazgos y varios sectores han dicho nos sentimos representados  por el Movimiento Campesino (…) lo que hemos hecho es escuchar sus propuestas, sus demandas, porque estamos esperando que en un momento esto va a terminar en una Mesa de Negociación, (…) una vez que (Daniel) Ortega cumpla con los acuerdos que ya firmó, que se reinstale nuevamente, pues llevar  también  sus demandas que nosotros ya lo hicimos en el primer diálogo, visitar a diferentes sectores para llevar las demandas de los nicaragüenses en la Mesa de Negociación.
En ese sentido hemos hecho hermanamientos entre diferentes sectores para fortalecer nuestro movimiento y por la libertad de Nicaragua.

– La articulación recién formada junto al Movimiento Campesino fue malinterpretada y hasta se llegó hablar que detrás de ustedes estaba el PLC

Yo creo que está demás que lo diga que a estas alturas haya personas que todavía no se sientan seguras. El Movimiento Campesino ni estamos dividiendo a nadie, ni estamos manipulando a nadie, tenemos nuestra propia autonomía nosotros nos hemos podido representar, no lo decimos nosotros lo dice la gente en la calle. Nosotros perfectamente podemos mantener  nuestra agenda, hemos podido hacer nuestras gestiones, nuestra lucha no inició en 2018 , los nicaragüenses saben la trayectoria de lucha y todos sabemos que en los cuentos de campaña siempre ha habido ofrecimientos como diputaciones, como alcaldías pero nosotros no nos hemos organizado con ese fin, la lucha de nosotros ha sido defender nuestras tierras , la lucha de nosotros ha sido defender los derechos humanos y  constitucionales, llevar la voz de los que no tienen oportunidad y en ese sentido nosotros continuamos fortaleciendo. Obviamente nos interesa muchísimo que esto cambie, verdad, porque sabemos que el sistema corrupto, viciado, no permite, no escucha, no oye; no atiende las demandas del pueblo y es allí donde nosotros hemos encontrado con diferentes sectores, diferentes propuestas, opiniones que en su momento daremos a conocer.

– ¿Cuál es el propósito con esta articulación?

Nosotros estamos con las puertas abiertas para todos aquellos que quieran trabajar con nosotros, que se sientan identificados con nosotros, bienvenidos sean, nosotros no tenemos ningún problema con nadie (…) también hemos escuchado sus demandas; que en su momento también las daremos a conocer como punto de agenda de los debates para el  tema nacional y pues  obviamente en busca de justicia para los hermanos caídos, exigir al régimen la libertad de nuestros hermanos que todavía continúan secuestrados.

– ¿No significa que salen de la Alianza Cívica?

Nosotros somos parte de la Alianza Cívica (…) no significa que estamos haciendo una nueva Alianza, son sectores que no tienen su representación en la Alianza y nos han dicho queremos que vos nos llevés el mensaje, la propuesta a la Alianza y también a la Mesa de Negociación una vez que vuelva a renovarse el diálogo o la Mesa de Negociación.

-Hay expresos políticos que han externado de alguna manera sus aspiraciones políticas ¿Cómo valoras eso?

La verdad ese es un derecho constitucional de cada persona y esa es parte de la democracia que queremos recuperar nuevamente pues que todo mundo tenga sus aspiraciones (…) obviamente en busca de como nosotros podemos sacar (adelante) este país; esa es la lucha, y está bien pues cada quien tiene su aspiración. Pero para mí, este momento, no es el momento de candidaturas, ni aspiraciones. Es el momento en que nosotros tenemos que unir esfuerzos todos los sectores, todos los movimientos en busca de la democratización de este país, de la justicia, que hasta este momento el gobierno no ha demostrado ninguna voluntad política (…) los compromisos no los ha cumplido. Algunas cosas, por ejemplo, la excarcelación de nosotros no es una excarcelación total, todos sabemos que es una amnistía que nos tiene amenazados para que no podamos continuar en las calles, nos mantiene amenazados a regresar nuevamente al Chipote (…), yo soy de los que creo que la lucha debe ser pacífica y que tenemos una Constitución Política que nos da muchos derechos.

– ¿Medardo Mairena tiene aspiraciones políticas?

En este momento yo como te decía mi prioridad es la libertad de los hermanos que todavía continúan secuestrados. Como te decía desde el principio, nunca los campesinos nos organizamos por aspiraciones o por intereses propios. Nos organizamos por el fin de recuperar nuestras tierras que pretendió el gobierno robarnos, el chino (…) y hasta este momento a mí no me desvela un cargo, a mí no me desvela una candidatura, no es ese el destino. El destino lo decidirá el pueblo de Nicaragua una vez que todos los sectores que nos hemos organizado pues ya tomaremos la mejor decisión que es lo que es lo que va a pasar con el destino de Nicaragua. Pero si pienso, que los campesinos somos un factor muy importante para la economía de este país, un sector muy importante para luchar, nosotros desde hace más de seis años hemos venido diciéndole al pueblo de Nicaragua que teníamos que despertar, y le demostramos al pueblo de Nicaragua que sí se podía luchar a pesar de que el régimen tiene las armas. Nos ha asediado, nos ha asesinado, nos ha secuestrado, nos ha torturado, pero aun así nosotros estamos claros que tenemos derechos humanos y constitucionales, por eso nosotros seguimos llamando a la comunidad internacional a continuar pendiente de los nicaragüenses, porque no podemos continuar así y hacemos un llamado a todos los sectores a unirnos no por interés a un cargo, sino por interés a la Patria que debe ser libre.

– ¿Cómo fue ese año de cárcel?

La cárcel fue algo duro porque la forma en que me trataron, fui torturado, fui totalmente aislado los once meses que estuve, total sin comunicación estuve siempre solo en una celda, una celda, si podemos llamarla una celda, esa era como una tumba cuando entierran en vida a alguien, solamente había una ventanita que era donde nos pasaban la alimentación y pues eso es parte de lo difícil. Sí me dio mucha impotencia ver como asesinaban a muchos hermanos que salían a protestar para exigir nuestra libertad. Recuerdo la marcha que hicieron Somos la voz de los presos políticos, donde le arrebataron la vida a un niño de tan solo 16 años, me dio mucha impotencia al ver que no podíamos hacer nada desde una tumba desde donde estábamos, pero que si el pueblo de Nicaragua yo estaba claro que no nos iba a dejar solos. Más cuando mi mamá me pudo visitar y me dijo ‘mirá hijo si algo te da fuerza es saber que todos los nicaragüenses están unidos en oración’. Yo siempre me sentí libre porque soy inocente de lo que me acusan. Yo he tenido claro que esta es una cuestión política y que un día se iba a resolver ((…), nosotros siempre hicimos ayuno y oración desde la cárcel, lo hicimos tres veces a la semana…

¿Estabas incomunicado totalmente como conocías información del exterior?

En este caso yo escuchaba la noticia, en este caso Canal 10 a las7 de la noche, escuchaba como radio porque no la podía mirar, había un televisor en el pasillo, esto era para los reos comunes y yo aprovechaba escuchar…

– ¿Cómo es El Infiernillo?

Donde yo estaba son como calabozos, ni siquiera son como las galerías donde hay una gran cantidad de encarcelados (…) en el caso mío yo estuve en una celda solito, como el caso de Pedro Mena también, que estábamos a una distancia que por lo menos podíamos escucharnos a través de un grito bastante fuerte para saber, como decíamos nosotros ¡Estás vivo! Y decía ¡Si, aquí estoy!, eso lo aprovechamos para hacer en horas de la mañanita que todo mundo estaba descansando en silencio, para al menos podernos comunicar en la mañana preguntarle si estaba enfermo, pero si era muy difícil esa parte, pero en mi conciencia siempre estuve libre, soy inocente de lo que se me acusa y lo único que he hecho es denunciar las injusticias que ha venido cometiendo el régimen contra mis hemos campesinos, contra el pueblo de Nicaragua.

– ¿Son herméticos esos lugares? ¿Cómo vencen el calor y la soledad en esas celdas?

Un calor terrible, lo que uno hace es estar soplando con una camisa, un trapo, porque el calor es pésimo, a veces eran las 2, 3 de la mañana y yo estaba sentado desnudo porque no soportaba la ropa, soplándome hasta tal vez las 5, 6 de la mañana que bajaba el calor aprovechábamos tal vez para dormir una hora, 40 minutos (…) no podíamos descansar.

-Si haces una comparación entre tu estadía en El Chipote y en ese módulo de La Modelo ¿Dónde sufriste más?

No hay diferencia, la única diferencia es que, en El Infiernillo, pues le dan una colchonetita a uno, pero pues tampoco podía dormir en ella, por el mismo calor, tenía que dormir en el suelo, no hay ninguna diferencia. Lo único es que en El Chipote me torturaron fueron torturas físicas y en el Sistema fueron sicológica.

– ¿Cómo fueron las torturas físicas?

Desde el momento en que nos secuestraron en el Aeropuerto en ese momento sin tener una orden de captura, me enchacharon (esposaron) me pusieron una chaqueta que yo andaba en la cabeza encima, luego un pasamontaña hasta coger juelgo y luego los primeros golpes que nos dieron. En ese momento con Pedro nos llevaron al Distrito Seis, allí solo cambiaron de patrullas a la otra. En ese momento que nos trasladaron de una patrulla a la otra, ya nos agarraron a patadas, (…), a golpes nos montaron a la tina de la patrulla, posteriormente ocho, diez policías se nos montaron encima y dijeron tales por cuales así quieren, ya los vamos asesinar. Nos llevaron hasta El Chipote, así encapuchados, obviamente no podía reconocer a nadie y para que nadie nos reconociera. Estando en El Chipote nos llevaron a una celda que se llaman la preventiva donde solo puede estar de pie uno, allí estuvimos como más de dos horas y todos los policías que pasaban nos pasaban dando golpes. Posteriormente ya nos sacaron de allí, nos tomaron los nombres, las primeras entrevistas dicen ellos, pero ya el día siguiente no fueron entrevistas fueron golpes, yo recuerdo que me pegaron una patada en la boca del estómago, caí en el suelo sin juelgo, en ese momento me agarraron a golpes con las manos con los pies.

– ¿Era uno o varios policías quienes te golpearon?

En el momento me torturó uno, me llevaron entre dos, pero uno quedó solito para golpearme amarrado, enchachado con las manos hacia atrás. (Me decía) que tenía que aceptar que yo había organizado la masacre que sucedió en Morrito, yo dije la verdad y no tengo que inventar, ni tampoco voy acusar, como querían que acusara a la Conferencia Episcopal, para que yo saliera diciendo que la Conferencia Episcopal había organizado el supuesto golpe de estado, que nunca ha existido (…) como yo no aceptaba, no dejaron de golpearme y torturarme.

Al siguiente día llegó uno de civil, ya llegó con la propuesta de que venía mi libertad, que podíamos negociar que me iba a dar trabajo, que me iban a pagar un buen dinero, pero que me pusiera a trabajar con ellos y acusara a la Conferencia Episcopal, ya fue más propuesta (…) como yo nunca acepté entonces fue el momento que empezaron a decirme que si yo no aceptaba entonces que mi familia iba a pagar las consecuencias. Yo le decía que como era posible que aún yo siendo inocente tenía que pagar mi familia con lo que no había hecho. Y así me tuvieron los largos trece días, me sacaban tres, cuatro veces en el día, tres cuatro veces en la noche. No pudimos descansar tampoco, porque obviamente a cada rato llegaban a golpear la puerta, te llegaban a sacar nuevamente y así fue constate el cansancio, pues lo que ellos quisieron era encontrar a alguien que acusara a la Conferencia Episcopal, como hicieron con otras personas que también las llevaron presas allí y les dijeron ‘si das un falso testimonio en contra de Medardo te liberamos’. Y así fue como salieron y llegaron como testigos en (mi) contra y obviamente amenazados.


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